Acorto plazo, que los países donantes se comprometan a financiar cinco mil millones de euros adicionales en los próximos dos años para luchar contra el sida, la malaria y la tuberculosis. A largo, que también se impliquen en un cambio del sistema de financiación que sustituya las aportaciones voluntarias por un mecanismo de cuotas fijas para cada Estado. Estas son las dos principales expectativas que han depositado las oenegés en la Conferencia de Donantes del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis, que se celebra desde ayer y hasta el próximo miércoles en Cáceres.

Este encuentro, que es la primera vez que se organiza en España, fue inaugurado ayer por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y la secretaria de Estado de cooperación internacional, Soraya Rodríguez. El Fondo Mundial es una institución financiera internacional creada hace siete años con el fin de movilizar fondos adicionales para responder a estas tres pandemias en naciones empobrecidas. En total, están presentes estos días en Cáceres delegados de una treintena de países donantes y de noventa en vías de desarrollo.

Según cálculos de las oenegés, el Fondo Mundial afronta para los próximos dos años un déficit presupuestario de al menos 5.000 millones de euros si se quiere seguir dando una respuesta eficaz contra estas enfermedades (en total, estiman, se necesitarían entre 12.000 y 18.000 millones). Asia Russell, miembro de la junta directiva de esta entidad en representación de las ONG de países desarrollados, aseguró ayer que "La crisis económica no puede ser una excusa" para que los países ricos reduzcan sus aportaciones, algo que dificultaría seriamente que se financiasen nuevos programas y que se renovasen aquellos que están dando buenos resultados. Russell, incluso, subrayó los efectos positivos que este tipo de iniciativas puede tener para paliar los efectos de la crisis económica: "Invertir en medicina es hacer que la gente esté sana y sea más productiva. Es un factor de desarrollo", aseveró, al tiempo que añadía que "los países ricos tienen la obligación moral de mantener sus compromisos".

Javier Hourcade, miembro de la junta directiva en representación de las comunidades de personas afectadas por alguna de estas tres enfermedades, destacó los avances que en su lucha están suponiendo las iniciativas implementadas. "Hay países donde las epidemias se están estabilizando, y otros donde están retrocediendo. Todo esto se va a perder si no se apoya al Fondo Mundial".

España ha comprometido 600 millones de euros para el Fondo Mundial durante el periodo 2008-2010, una cifra que la sitúa como el cuarto donante mundial. "España está haciendo muy bien los deberes y esperamos que durante estos dos días siga cumpliendo con su rol de liderazgo", dijo ayer Hourcade.