El Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) tiene en marcha una serie de programas para la reducción voluntaria del consumo de determinados antibióticos en diferentes especies cuyos productos se destinan al consumo humano. Son los proyectos específicos en el que el sector se compromete a reducir el uso de determinados tipos de fármacos de este grupo y está habilitado en el caso del porcino, el ganado vacuno tanto de carne como de leche, el ovino, el caprino, la cunicultura y los pollos broiler (los de carne).

Las infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos causaron 33.000 muertes en Europa en el año 2015, según los últimos datos disponibles. Son las mismas que por SIDA, gripe o tuberculosis juntas.