La localidad cacereña de Navalmoral de la Mata vivió la noche-madrugada de ayer 11 largas horas de alarma y angustia. Fue el tiempo que estuvieron activas las llamas del que ha sido el primer gran incendio de este verano en la comunidad extremeña, que calcinó 130 hectáreas de pasto, retama y encinar en un perímetro de 8,5 kilómetros y obligó a desalojar a los vecinos de una urbanización de viviendas unifamiliares situada en la avenida de las Angustias.

También causó gran alarma en el Hospital Campo Arañuelo, pues las llamas llegaron a estar a poco más de un kilómetro del centro y el humo penetraba por los conductos del aire, lo que motivó la decisión de la dirección del centro de trasladar a los enfermos ingresados en la zona sur del edificio a la zona norte, donde se encuentra la parte antigua del mismo y que estaba más alejada de los focos.

El alcalde moralo, Rafael Mateos, que permaneció en el lugar de los hechos hasta que la situación estuvo totalmente controlada, indicó a este diario que este importante incendio, que pudo ser controlado totalmente hacia las nueve de la mañana de ayer, se originó sobre las 10 de la noche del miércoles en una cantera donde se detectaron tres o cuatro focos, "lo que hace sospechar que ha sido intencionado".

Por su parte, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, añadió respecto a las tareas de extinción que estas se complicaron debido a que al registrarse en horario nocturno impidió la intervención de los equipos aéreos.

Afortunadamente no se han tenido que lamentar daños personales, pero el alcalde reconoció que durante la madrugada se vivieron momentos tensos. "Parecía que el fuego estaba controlado, pero un fuerte cambio de viento empujó las llamas hacia las viviendas y el hospital", recordó Mateos, quien añadió que el momento más crítico fue cuando el fuego se acercaba a unos depósitos de propano, un riesgo que forzó la evacuación de los vecinos de casas cercanas.

El incendio obligó a las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia a montar un fuerte dispositivo con 20 ambulancias de la Cruz Roja en los alrededores del hospital como medida de precaución por una posible evacuación y ante la amenaza de las llamas y el humo. Según algunos testigos, la situación de mayor peligro se vivió en torno a las tres de la madrugada en las calles más altas de la avenida de las Angustias.

LOS HECHOS Las llamas que originó este importante incendio registrado en Navalmoral de la Mata se desplazaron, en un primer momento, en dirección a la localidad de Millanes hasta alcanzar la A-5, que hizo de cortafuegos impidiendo que el fuego avanzara. La Guardia Civil tuvo que regular el tráfico en esta autovía y en la carretera de Belvís de Monroy, y se vio obligada a cortar el tráfico en la carretera de Valdehúncar, en el tramo de Navalmoral a la A-5, para permitir el libre movimiento de los equipos de extinción que se estaban viendo entorpecidos por la gran cantidad de curiosos que llegaban con sus vehículos.

En un momento dado el viento cambió de dirección y la emergencia se trasladó al casco urbano de Navalmoral, concretamente a la parte alta de la avenida de las Angustias, a la urbanización de viviendas unifamiliares que fue desalojada, y a la calle Río Guadalquivir, a cuyos vecinos también se desalojó.

Al lugar de los hechos acudieron 16 bomberos de los parques del Sepei de Navalmoral, Cáceres y Plasencia. Eulogio Acevedo, jefe del Parque de Navalmoral, explicó que "afortunadamente el viento soplaba con menos fuerza que en otras ocasiones", y destacó la gran participación de medios. "Hay habido muchos medios y una gran organización", señaló. Asistieron, en concreto, Unidades Militares de Emergencia (UME) y efectivos del Plan Infoex, así como de la policía local y la Guardia Civil.