Uralitas y chapas que literalmente volaron, árboles arrancados de cuajo que cayeron sobre vehículos o en la calzada interrumpiendo el tráfico, ramas por todas partes, vallas publicitarias por el suelo, contenedores en mitad de la calle, toldos y carteles a punto de desprenderse, muros derribados... Las fuertes rachas de viento pusieron ayer la capital pacense 'patas arriba', aunque afortunadamente, al cierre de esta edición, no se habían registrado daños personales.

Fue una jornada frenética para los bomberos, protección civil y las policías local y Nacional, que no daban abasto para atender los cientos de avisos que desde la madrugada se recibían en sus centralitas. Los efectivos del parque de bomberos realizaron entre las cuatro de la madrugada y las 19.20 horas hasta 144 salidas y seguían pendientes de atender otros avisos relegados al ser menos urgentes. Al cierre de esta edición el total de salidas alcanzaba las 180. En total se movilizaron 49 efectivos del parque de bomberos y protección civil, según el concejal del área, Francisco Javier Gutiérrez, quien destacó que al turno de mañana se habían unido 18 bomberos y tres emisoristas que se encontraban de descanso. "Han vuelto a demostrar que están a la altura", dijo para reconocer su labor.

Gran parte de los servicios se debieron a caídas de árboles (hasta 50) en distintas zonas de la ciudad. Uno de ellos fue para retirar el eucalipto que cayó sobre el coche en el circulaban un matrimonio y sus dos hijos, de 5 y 7 años, por la avenida Ramón y Cajal --a la altura del IES Castelar--. Los ocupantes, que resultaron ilesos, salieron empujando la puerta, pero los bomberos tuvieron que retirar el árbol para que el vehículo se pudiera mover. A pesar del susto, su propietario, David Moreno, se mostraba tranquilo. "Mi mujer y mi hija sí se han asustado mucho", comentó. La calle se cortó al tráfico.

En el aparcamiento del hospital Infanta Cristina un árbol causó daños al menos a 5 coches y la caída de otro en el Perpetuo Socorro afectó a 4 más. También se tuvieron que cortar al tráfico temporalmente por esta causa varias vías.

En Los Colorines, los tejados de chapa de varias viviendas terminaron en la calle y causaron daños a algunos coches. Los mismo ocurrió en el Cerro de Reyes, donde la uralita de un edificio voló hasta la calle Bélgica y cayó sobre varios vehículos.

El puente Real se cortó sobre las 2.30 horas de la madrugada y no se reabrió hasta casi las 11.00 horas, aunque el resto del día no se tuvo que cerrar, según la policía local, que solo entre las 14.45 y las 20.00 horas atendió más de 250 llamadas.