El jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI, Fulgencio Coll Bucher, ultima estos días en la Base General Menacho los preparativos de su marcha, la semana próxima. Coll afronta ahora un nuevo destino, después de haber ascendido a general de división. Seguramente irá a Burgos para dirigir la Acorazada Brunete.

-- ¿Qué balance hace de su estancia en la brigada?

-- He tenido la suerte de mandar una brigada con una gran tradición y formación y el lujo de vivir en Extremadura. Hemos tenido operaciones en el exterior, que es una de las misiones importantes de las fuerzas armadas, siguiendo la política de apoyo a la paz en el mundo. Y coincidió que preparamos la agrupación que fue a Kosovo, con más de 600 hombres y mujeres, y la de Irak. Tuvimos que apoyar estas dos operaciones muy importantes, teniendo en cuenta que misiones de cuatro o seis meses suponen prepararnos tres meses antes de ir a la zona. Ambas misiones han dado un excelente resultado y hemos contribuido lo que hemos podido. Se ha trabajado muchísimo en condiciones exigentes y duras, pero la mayor satisfacción que tengo es el comportamiento de nuestra gente, que ha sido magnífico. Incluso cuando la situación se puso verdaderamente complicada se superaron y tuvieron un comportamiento envidiable, por la inteligencia, el valor y el sentido común que demostraron.

-- La brigada, que se ha hecho cargo cargo de misiones complicadas, ¿tiene posibilidades de crecer? Y ¿cuál es la situación en cuanto a personal?

-- Que hiciéramos dos misiones a la vez se debe a nuestras capacidades. Nuestros militares tienen una formación técnica y humana excelentes y eso nos permitió meternos en dos misiones con 600 y 700 militares en cada una de ellas. En cuanto a infraestructuras estamos en muy buenas condiciones, aunque falta algún edificio. En cuanto a la gente es donde tenemos un gran reto. Tenemos una plantilla de destino, como consecuencia del paso del servicio obligatorio a profesional, que tiene capacidad para albergar y reclutar a 800 soldados más. Ahora tenemos unas plantillas cubiertas, en algunas unidades al 80%, y en otras al 60%. Todavía podemos, y debemos, hacer un esfuerzo para ofrecer el empleo a 800 profesionales.

-- Pero en eso, ustedes no pueden solos. Recluta Defensa.

-- Sí hacemos salidas coordinadas a entidades y pueblos para informar de lo que hacemos y ofrecer un puesto de trabajo a todo aquel que tenga espíritu de sacrificio. Si le gusta el medio ambiente, hemos estado en la costa gallega cuando el Prestige; y si le gusta el apoyo a la paz, las misiones en Kosovo e Irak.

-- El presidente de la Diputación de Badajoz ha anunciado que asume el edificio del Gobierno Militar.

-- Esto lo inició el general Ezequiel Moro. Es un edificio simbólico cargado de historia, pues desde 1800 fue sede de los capitanes generales. Para Defensa no tenía gran utilidad desde que estamos en Bótoa, y se ha buscado la posibilidad de que la ciudad pueda mantener el edificio abierto como centro de cultura, en el que se pueda exponer la importancia de Badajoz como elemento importante militar.

-- Ustedes, como militares, han participado en el Observatorio del Cambio y participan en el desarrollo de la ciudad como un sector más.

-- Sí, y nos permitió descubrir que entre la bases de Bótoa y Talavera hay 4.000 empleos, y con los militares en activo y en la reserva, y los que se quedan porque se han casado y jubilado aquí, supone el 12% de la actividad y servicios de la ciudad, aparte de los los servicios externalizados de las dos bases, que también generan empleo. Somos parte viva de la sociedad, civiles uniformados completamente integrados en nuestra sociedad, a la que servimos.

-- ¿Qué deja sin hacer?

-- Me voy satisfecho porque hemos hecho muchas cosas. Me hubiera gustado terminar un par de obras, pero todo lleva su ritmo. No se crea la perfección de la nada. Lo que sí ha sido un privilegio y un honor es vivir con los extremeños estos dos años y medio. Seré un altavoz para decir lo bonita que es Extremadura y lo magnífica que es su gente.