«Hay muchos de Portugal, Francia, Polonia, Rumanía, Bulgaria... », expresa Juan Blázquez, empleado del Mesón La Cabaña, situado justo en la salida de la carretera de Cáceres a Badajoz. Blázquez sirve desayunos y comidas a los viajeros que transitan por la vía que une las dos capitales de provincia. Y, según su experiencia del día a día, dice que cada vez hay más tráfico por un motivo principal: «Esta carretera le gusta a los transportistas porque evitan los peajes». Se refiere a que prefieren circulan por ahí porque básicamente van a la misma velocidad que por cualquier autovía más situada al norte y así se ahorran las tasas. El destino suele ser el mismo: Lisboa.

Lo cierto es que el tráfico en la ahora llamada N-523 (antigua Ex-100, cuando pertenecía a la Junta de Extremadura) se ha ido incrementando en los últimos años. Basta circular cualquier jornada por esta carretera para comprobar que, cada dos por tres, aparece un camión.

La nacional sigue siendo la más utilizada para llegar de Cáceres a Badajoz y viceversa (el viaje son 92 kilómetros). La otra opción es completar el trayecto a través de Mérida siguiendo la autovía (lo que supone hacer 46 kilómetros más).

El futuro proyecto

¿Para cuando la autovía Cáceres-Badajoz? Es ya una de las reivindicaciones históricas. Hay voces ecologistas en contra por el impacto que supondría en la Sierra de San Pedro, pero lo cierto es que son las dos únicas capitales de provincia de toda España que no están conectadas por una vía rápida.

Una de las promesas de campaña del PSOE es que si seguía al mando del Gobierno central, antes de que acabara esta legislatura estaría lista esta autovía.

Así, la N-523 su integraría en la A-58, que cubre el itinerario Trujillo-Cáceres-Badajoz.

Pero la realidad es que ahora mismo la infraestructura está atascada en la primera fase.

Cierto es que desde que en junio de 2019 se produjese el cambio de titularidad, y la vía pasara de manos de la Junta (Ex-100) al Estado (N-523), hubo cierto impulso. Incluso se llegó a aprobar el expediente de información pública y el proyecto de construcción de un tramo en la provincia de Cáceres, el Enlace A-66-Río Ayuela (de 13,5 kilómetros y con un presupuesto de unos 60 millones de euros).

Respuesta del ministerio

Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana explican que «se heredó un proyecto por parte de la Junta dividido en varios tramos, cada uno en una situación distinta». Y argumentan que más allá del segmento ya avanzado, «el resto se encontraba en una situación que no ha permitido, por ahora, su aprobación provisional y su sometimiento a información pública, ya que se precisa de ciertas modificaciones con anterioridad a este trámite».

Sin plazos ni avances a la vista y con un pandemia que mantiene cualquier proyecto en una atmósfera de incertidumbre, la autovía Cáceres-Badajoz vuelve a colocarse en un futuro no cercano.