El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, advierte que su Ejecutivo tiene "todas las herramientas necesarias" para participar en el proceso de Caja Rural de Extremadura si las personas implicadas en el mismo anteponen sus intereses particulares a los de los trabajadores.

Monago se refiere al proceso que rodea a la entidad extremeña, con la que Cajalmendralejo decidió ayer por unanimidad desvincularse Cajalmendralejo decidió ayer por unanimidad desvincularsedebido a la guerra interna en contra del proceso surgida en el seno de Caja Rural de Extremadura y ante la posibilidad de que esta siga en solitario.

El jefe del Ejecutivo regional entiende que "ya es hora de que todas y cada una de las personas que participan en este proceso dejen a un lado intereses personales" porque "hay que anteponer los intereses de esta tierra y, especialmente, de los trabajadores".

En este sentido, recalca que su Gobierno tiene "capacidad de supervisión" durante el proceso y que hay normativa al respecto.

Además, emplaza a ver qué dice el Banco de España sobre la posibilidad de que Caja Rural de Extremadura camine sola, en caso contrario, subraya, tendrá que "tocar la puerta a una entidad que garantice que se mantienen todos los puestos de trabajo y que el centro de toma de decisiones siga estando en Extremadura".

En esta línea, añade que la comunidad necesita una entidad financiera "muy sólida, fuerte, consolidada y muy pegada a la tierra", algo que ocurre cuando la toma de decisiones está en ese territorio, pues "los problemas de la región se sienten de manera distinta" fuera de ella.

El Gobierno extremeño, recuerda, siempre ha defendido dos escenarios posibles: la presentación al Banco de España de un plan estratégico y de viabilidad para ir en solitario y la creación de una entidad 100% extremeña, más fuerte, junto a Caja Rural de Almendralejo.

Indica que cualquiera de los dos escenarios cumple los requisitos que defiende la Junta; primero, que se mantengan todos los puestos de trabajo y, segundo, garantizar la identidad extremeña.

"Cualquiera de las dos salidas nos permitían, en términos económicos, defender nuestros intereses dentro de España y de Europa, los de nuestros agricultores, cooperativistas y de nuestros autónomos y pymes", añade.

Precisamente por esta razón, recuerda, su Ejecutivo se opuso entonces a la integración de Caja Rural de Extremadura en el SIP Grupo Cooperativo Ibérico, liderado por Caja Rural del Sur.

Un SIP que, precisa, "vulneraba los derechos de los trabajadores extremeños y dejaba a nuestros cooperativistas sin cajas extremeñas que defendiesen sus intereses"; a merced de otras comunidades, como ha sucedido con "Caja Badajoz, en manos de Aragón y Caja Extremadura, en manos de Asturias".

Monago critica que ese era el "modelo" del anterior Gobierno, "dejar en manos de otras comunidades el poder de decisión de las cajas extremeñas, poniendo en peligro los puestos de trabajo"; mientras que su Ejecutivo ha conseguido "abrir una puerta a la esperanza" con Caja Rural de Extremadura.