Las cosas se vuelven a torcer para la cooperativa agraria Caval, cuyas conversaciones con las entidades financieras para renegociar la deuda ante la salida de 30 socios se han paralizado por la aparición en escena de un proveedor, la cooperativa de Envases Cañada Rosal (Coenca), a la que adeuda 940.000 euros. Esta empresa sevillana ha solicitado la ejecución del pago de la deuda, en virtud de una sentencia favorable a su demanda, con lo que si prospera, la cooperativa tirará la toalla al verse irremediablemente abocada al concurso de acreedores, ya que las entidades financieras difícilmente negociarían una deuda superior a la que ya estaba encima de la mesa, según informa el secretario de la Junta Rectora, Juan Miguel Gasco.

Este sostiene que "la empresa no está por la labor de negociar y que su intención es la de ejecutar la sentencia". La campaña pasada, cuando las condiciones de Caval eran diferentes, ya que contaba con 200 socios en lugar de los 170 actuales, consiguieron llegar a un acuerdo con este proveedor, quien les suministraba envases para comercializar la fruta, por el que fraccionaban el reintegro de la deuda en un plazo de siete años. El propio Gascón se muestra sorprendido por la "abultada deuda", puesto que da la sensación de que Caval "compraba envases como si facturase 30 millones de kilogramos en vez de 15".

En cualquier caso, parece que la empresa sevillana no está dispuesta a esperar más tiempo para recibir lo que le corresponde "por derecho". Así, la cooperativa del municipio pacense está a la espera de que les remitan por correo electrónico o burofax la comunicación oficial de ejecución de la sentencia, aunque, según Gasco, las últimas conversaciones mantenidas con el proveedor Coenca hacen pensar que no hay marcha atrás. En principio tendrían que efectuar el pago de 300.000 euros, del casi millón de euros que adeuda, antes del 31 de mayo. La propuesta que Caval ha trasladado a Coenca es abonar 150.000 euros en el citado período y, una vez concluida la campaña, negociar en enero la deuda en función del resultado de la misma.

SITUACION INSOSTENIBLE "La situación es muy complicada; la pérdida de socios y de hectáreas hacen inviable la continuidad de la cooperativa en la forma pactada en su momento", lamenta. Con la salida de 30 socios, esta pasa de 900 hectáreas de frutales y hortícolas a 650, de las que, en su mayoría, 550 corresponden al cultivo de frutales, que soporta prácticamente la totalidad del endeudamiento.

La previsión para la campaña de este año es recoger una producción de en torno a 10 millones de kilogramos, un cifra que no llega a los 15 o 18 millones de kilos que se estiman necesarios para hacer frente al pago de la deuda con las entidades financieras. En este sentido, el secretario de la Junta Rectora subraya que lo verdaderamente importante es la producción, no tanto el número de socios, ya que puede haber algunos que dispongan de pocas hectáreas y otros, indica, que no cedan a la cooperativa su producción total.

De ejecutarse la sentencia, el municipio pacense de Valdelacalzada perdería al buque insignia empresarial de la zona, base de la economía local, en cuyo rescate --tras conocerse el agujero de 28 millones de euros dejado, según los socios, por el anterior gerente-- han invertido esfuerzos la Junta de Extremadura, que ha actuado de mediadora en todo el proceso, y las entidades financieras. Si finalmente se declara la suspensión de pagos de la cooperativa, sería "un varapalo muy grande y la ruina moral, económica y social de la zona, que lucha por sacarla a flote".