Padres de personas con dispacidad intelectual aseguraron ayer en Cáceres sentir "angustia" al pensar qué será del futuro de sus hijos cuando ellos "falten". El presidente de la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps), Pedro Serrano, aseguró que esta es una de las principales preocupaciones de los familiares y una de las vías en las que se está trabajando con mayor insistencia desde este colectivo.

Serrano hizo una petición genérica a las administraciones para que pongan a disposición de los familiares y los discapacitados medios para conseguir que sus vidas sean más dignas. Lo hizo en el II Congreso Nacional de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual, que se celebra este fin de semana en Cáceres, Badajoz y Mérida, y al que asisten más de un millar de congresistas. Se calcula que existen unos 77.000 discapacitados en Extremadura, de los que 7.000 lo son de tipo intelectual.

EN TRES CIUDADES DISTINTAS

El acto inaugural del congreso estuvo presidido por el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que estuvo acompañado de una larga lista de representantes institucionales. El congreso se celebra en tres ciudades distintas, que son Cáceres, Badajoz y Mérida, donde concluirá el domingo.

La jornada de ayer estuvo dedicada a debatir sobre fórmulas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las familias que tienen en su seno a un discapacitado intelectual. Para Serrano, las ayudas fiscales son positivas "pero el dinero no lo es todo", por lo que pidió programas de actuación integral y no medidas parciales. Manuel López Risco, presidente de Fepas-Extremadura, destacó que durante "muchos años" los familiares han recorrido media España en busca de los mejores especialistas para sus hijos hasta que decidieron que la mejor solución era trabajar desde Extremadura.

El alcalde de Cáceres, José María Saponi, recordó las iniciativas fiscales del Ayununtamiento en favor de las familias y dijo que en una ciudad monumental la eliminación de barreras arquitectónicas es más difícil, si cabe, que en otras.