Un problema de concepto. Considerar como noticia un bulo que circula por las redes. Ni el formato, ni el contenido ni la forma de acceder a esa información la acreditan como verídica. Pero se cuela por todas partes. Los expertos ya alertan de que, dentro de tres o cuatro años, la mitad serán fake news. Es más, un estudio revela que el 70% de los usuarios de Twitter ya se creen más las noticias falsas que las verdaderas. Porque la realidad es que los bulos se difunden con mayor rapidez, llegan a más público y calan más hondo que las informaciones verificadas en cualquier tipo de tema.

La propia red social Facebook anunció hace unas semanas que va a abrir un nuevo centro internacional en Barcelona desde el que combatirá y borrará contenido nocivo como las noticias falsas y otras publicaciones inapropiadas. La plataforma, que se pondrá en marcha en los próximos meses, empleará a unas 500 personas. Este centro viene a refozar la campaña que tiene en marcha con 15.000 personas trabajando en tareas de seguridad y revisión.

LABOR CONSTANTE / A otro nivel es igualmente destacable la labor de Maldito Bulo, un perfil en redes sociales que, día a día, lucha para desmentir infundios que vuelan en pocos minutos por internet. Un equipo de siete periodistas y un informático conforman este proyecto con cientos de miles de seguidores.

Precisamente fueron ellos una de las plataformas que advirtió de que la imagen de cuatro ovejas muertas por las últimas granizadas no pertenecía a Badajoz como se hizo creer, sino a Uruguay. Y no era actual, sino de 2015.