Comienza la negociación en el Grupo Gallardo. Hace tres semanas el industrial jerezano anunció un ERE extintivo para toda la plantilla de la Siderúrgica Balboa, 543 trabajadores; hace una semana, tras la mediación del Gobierno regional, propuso como alternativa el despido de 117 empleados y rebajas salariales del 4% al 25% ; y ayer aceptó la petición de los trabajadores de abrir una negociación con los representantes sindicales (CCOO, UGT y CSIF) para buscar la solución a la crisis de la siderúrgica.

Tras presentar la empresa la noche del martes un nuevo plan de viabilidad de la planta que además de incluir el despido de 117 empleados y rebajas salariales, plantea abrir mercado y refinanciar la deuda con los bancos, los representantes sindicales pidieron a los responsables más reuniones para sentarse a negociar algunos aspectos de dicho documento.

Aunque era la fecha límite marcada por la empresa para obtener un sí o un no de los trabajadores a la última propuesta, el Grupo Gallardo acepta mantener encuentros diarios para acercar posturas. Del plan, los sindicatos solo pueden negociar las medidas laborales planteadas. El comité considera inviable que la siderúrgica pueda mantener una producción cercana a las 500.000 toneladas con 117 trabajadores menos y así se lo expondrán hoy mismo en el primer encuentro previsto a las diez de la mañana. Asimismo, abordarán cómo pretende la empresa llevar a la práctica la reducción salarial de entre el 4% y el 25%, así como la posibilidad de recuperar los derechos mermados con este ajuste cuando la planta mejore su situación. Según la empresa, con las medidas del plan está previsto que las cuentas de la siderúrgica estén saneadas en el 2014 y que comience a generar beneficios en 2015.

"Nuestro margen de maniobra está centrado solo en las medidas laborales, no podemos controlar la renegociación de la deuda con los bancos, ni la voluntad de abrir nuevos mercados para vender más, pero sí haremos un seguimiento de la situación y pediremos a la dirección que explique cómo se van a desarrollar estas acciones", apunta Miguel Angel Rubio, secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT.

En este sentido, los trabajadores argumentan que la empresa apenas se ahorra siete millones de euros con el despido de los 117 trabajadores y la reducción salarial y que el coste del personal actual supone solo el 7% sobre el coste de producción de la empresa. "Es como si en un hogar se prescinde del canario para ahorrarse el alpiste", ironiza Rubio. Con estos argumentos los sindicatos intentarán pactar un acuerdo con el menor número de despidos posibles y quitar presión a la reducción de los salarios que llevan tres años congelados, antes de reunirse la próxima semana con la plantilla, que tiene la última palabra. La intención es que se cierre un pacto el miércoles para transmitirlo a la asamblea de trabajadores el jueves y tomar una decisión final, señala Melitón Rodríguez, secretario de Industria de CCOO. Las partes valoran esta voluntad de diálogo y esperan alcanzar un acuerdo lo antes posible. El objetivo de la dirección es "hacer la empresa más competitiva, abrir nuevos mercados y ajustar la producción a la demanda actual", subrayó ayer en una nota.