El industrial jerezano Alfonso Gallardo ha llegado a un acuerdo con la multinacional Arcelor para la compra de tres plantas ubicadas en las localidades de Azpeitia (Guipúzcoa) y Getafe. Aunque ninguno de los dos grupos quisieron dar a conocer las cifras de la operación, sí puede adelantarse que se trata de una transacción de gran calado, ya que el valor contable de las tres empresas adquiridas (capital más reservas), ronda los 270 millones de euros.

Según el anuncio realizado por Joseph Kinsch, presidente de Arcelor, ante el Consejo de Administración de este grupo el pasado 29 de abril, el acuerdo definitivo se firmará a principios del próximo semestre.

Mientras, desde el Grupo Gallardo se informó de que la rúbrica está pendiente del preceptivo informe del Tribunal de Defensa de la Competencia, que podría conocerse en un par de meses.

Para la empresa extremeña, la operación supondría incrementar en un 60% sus cifras actuales. Así, se pasaría de un volumen de negocio de 600 millones de euros a rondar los 1.084. Este dato viene reflejado en el registro de empresas Ardán, aunque desde Gallardo se indicó que las tres plantas suman una facturación de 848 millones, lo que elevaría el total de ventas del grupo extremeño cuando se se cierre la operación a 1.448 millones.

En cuanto a los empleados, Gallardo cuenta actualmente con unos 1.500, que pasarían a más de 2.200. Por último, la producción iría desde los 2,5 millones de toneladas por año --una vez que se ejecute la ampliación ya prevista en Jerez-- hasta 4,2 millones.

CORRUGADOS Y MALLAS La más importante de las plantas incluidas en la operación es Corrugados Azpeitia, que cuenta con acería y trenes de laminación, cuyos ingresos superan en más de cien millones los de Siderúrgica Balboa, hasta alcanzar los 274. La empresa tiene un valor contable de 156 millones, que duplica al del buque insignia de Gallardo. La plantilla actual de Azpeitia es de 417 empleados

En la misma localidad se ubica otra de las empresas adquiridas, Corrugados Lasao, dedicada a la fabricación de mallas soldadas, con una facturación anual que ronda los 80 millones y un valor de 39 millones. En este caso, el número de trabajadores ronda el centenar.

Por último, en la Comunidad de Madrid está Corrugados Getafe, que, como Azpeitia, dispone de acería y trenes de laminación, y que alcanza una cifra de negocios de 131 millones de euros y un valor contable de 74,5 millones de euros. El número de empleados pasa de los 220.

EN CABEZA En los tres casos, la empresa extremeña ha garantizado el mantenimiento tanto de las plantillas como de los actuales equipos directivos.

La operación meterá al Grupo Gallardo entre los grandes de la industria del acero en España, y la convertirá, de largo, en la principal siderúrgica nacional de capital íntegramente español.

De este modo, una vez concretada la compra, el ránking de las empresas dedicadas a la siderúrgica estaría encabezado por Aceralia, filial en España de la multinacional Arcenor, y que quedaría con una facturación superior a los 3.600 millones de euros y más de 14.000 empleados. Detrás se situaría Acerinox, también con participación de capital foráneo, con un volumen de ventas de 1.480 millones de euros y casi 2.300 trabajadores.

A estos dos grupos le seguirían las empresas de Gallardo, con una facturación conjunta de 1.084 millones.

Para encontrar a la siguiente industria en este sector habría que descender hasta los 600 millones que factura la Compañía Española de Laminación (CELSA), que cuenta con un millar de trabajadores.