El consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, y el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera de Extremadura, Enrique de Muslera, destacaron ayer que los procesos de control a los que se somete el vacuno extremeño y su forma de producción en régimen extensivo garantizan al consumidor no solo la calidad de las carnes, sino la seguridad de su consumo.
De este modo, Vázquez respondía, en el acto de presentación de la campaña Carnes únicas de tierras únicas , a una pregunta sobre la posible incidencia en el mercado de la noticia de la muerte de dos personas por el mal de las vacas locas .
Según el consejero, esta información puede dañar al sector "si el consumidor no cuenta con todos los datos", y agregó que la experiencia dice que es posible que se dé una reacción entre los compradores. Por ello, explicó que es muy importante transmitir la información correctamente, "y destacar que desde hace ocho años la cabaña de vacuno está sometida a controles muy rigurosos que evitan cualquier riesgo".
Vázquez agregó que esto supone que debe tenerse en cuenta la importancia desde el punto de vista del consumidor de fijarse en la procedencia de la carne que se vaya a comprar, y comprobar que cuenta con los correspondientes sellos de calidad y origen.
El responsable extremeño de Agricultura señaló que los dos fallecidos "contrajeron la enfermedad hace muchos años" y que hoy día en el mercado normal no hay posibilidades de vender carne que pueda afectar la salud humana.
En términos similares, Enrique de Muslera se refirió a que las medidas de control, tanto de la UE como de las autoridades españolas, "son muy exhaustivas", Por ello, el presidente de la IGP extremeña hizo un llamamiento a evitar la "alarma social".
Según explicó, los ganaderos, con la ayuda de la Administración, están haciendo frente a importantes "y necesarios" gastos adicionales para garantizar que la carne sale al mercado con todos los controles para el consumo, que se completan con medidas como la retirada de cadáveres o las retiradas de las partes de las canales que pudieran generar problemas, como la espina dorsal y las partes blandas del animal, que son destruidas como marca la ley.
