Ganaderos de Montehermoso y comarca, apoyados por el alcalde, concejales y representantes de UPA-UCE y Asaja, se concentraron ayer en el pueblo para pedir al Gobierno central y a la Junta ayudas para paliar los efectos que sobre la ganadería está provocando un brote de brucelosis, lo que les ocasiona elevados costes al tener que afrontar la desaparición de las reses.

Los 400 asistentes apoyaron su queja con pancartas en las que se leía Menos matanzas y más vacas y con una manifestación por las calles, a la que se sumaron los vecinos.

Según el representante de UPA-UCE, hasta el momento se han sacrificado, en tres años, 3.000 cabezas de vacuno, al tiempo que reclamaba ayudas. Desde Asaja, por su parte, se recordó que el gran problema de la brucelosis es la inmovilización a la que se ven sometidas las explotaciones ganaderas.