La Junta de Extremadura ha elaborado una normativa más flexible en su lucha contra la tuberculosis bovina, que permitirá a los ganaderos de las zonas de caza mayor afectados por la enfermedad matar jabalíes, corzos y otras especies, previa autorización. La consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, presentó ayer a la Mesa de la Tuberculosis Bobina el borrador de la orden general de veda y la resolución de emergencia cinegética.

En la reunión estuvo presente el director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio, Valentín Almansa, además de representantes de organizaciones agrarias, colegios veterinarios y la Universidad de Extremadura, entre otros.

En la cuarta reunión de la Mesa de la Tuberculos Bovina, la consejera ha expuesto la reducción de la enfermedad hasta situarse en el 11,5%. También ha destacado la reducción de un 40% de infectados entre los animales analizados, según ha informado en un receso de la reunión. García ha vaticinado que la prevalencia irá bajando "poco a poco". La consejera, que se comprometió a aumentar el presupuesto, ha asegurado que caza y ganadería pueden convivir y ha recalcado que la lucha contra esta enfermedad no se gana ni con "ocurrencias" ni con "partidismo políticos", sino con trabajo y coordinación.

El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, ve positivo que se permitan las muertes de los principales transmisores de la enfermedad. Huertas ha considerado que los ganaderos deben denunciar la existencia de fauna salvaje. Ha solicitado, además, más decisión y presupuesto a los gobiernos central y extremeño.

Por su parte, el presidente de APAG Extremadura ASAJA, Juan Metidieri, acogió con "satisfacción y cautela" las medidas planteadas por la Junta. Metidieri destacó la propuesta de mejorar los abrevaderos y comederos para la alimentación animal, con el fin de llevar a cabo una perfecta separación del ganado de las especies cinegéticas.