La delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, considera que las protestas de los agricultores deben ser visibles para lograr el efecto que persiguen, que no es otro que el de «dignificar» su profesión, «manteniendo y asegurando sus rentas», y poniendo en valor su trabajo dentro de la cadena alimentaria. «Es bueno que los agricultores eleven la voz y nosotros estaremos del lado de las cosas que dicen, pues siempre son razonables; pero al lado de los violentos, de esos que quieren utilizar esto de otra forma, no», afirma García Seco a tan solo 48 horas de la gran movilización impulsada por varias organizaciones agrarias a lo largo y ancho del territorio extremeño.

En concreto, APAG y Asaja, con el apoyo de UPA-UCE, han previsto realizar cortes interrumpidos de tráfico en carreteras, tanto de nacionales como de autovías, en 12 puntos de la región, siete en la provincia de Cáceres y cinco en la de Badajoz. Con carácter general, aunque puede variar en algunos casos, esos cortes de tráfico tendrán una duración de dos horas aproximadamente, aunque en todos ellos se «compaginará» el libre derecho de la protesta con la seguridad de ciudadanía.La Delegación del Gobierno dará cobertura a través efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional, algunos de los cuales llegarán de otras comunidades. García Seco remarca que las organizaciones convocantes son «serias y defienden los intereses de los agricultores y tratarán de dar visibilidad a sus reivindicaciones». Por contra, quienes quieran unirse a estas protestas y «hacerlo de otra forma se encontrarán con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad».

A su juicio, el sector agrario está viviendo una situación «en la que, por fin, está teniendo el protagonismo que se merece» y «debe seguir siendo portada» en los medios de comunicación. «Los agricultores se han levantado para decir que su trabajo es muy importante; son los que sostienen el medio rural y, desde luego, no se puede hablar de la España vaciada y no ocuparse de la agricultura», agrega. García Seco, ingeniera técnico agrícola e ingeniera agrónoma, aboga por «dignificar la profesión del agricultor», un proceso en el que este debe ser también protagonista, trabajar de forma coordinada con las administraciones y «poner en valor su trabajo en la cadena alimentaria».

«Hay que hablar de los precios, pero también de las rentas», señala García Seco, quien apunta que cuando estudió la carrera, en unos años «en los que los agricultores no percibían 600 millones de ayuda a la renta», los tomates y los carneros valían como ahora. Sin embargo, «el consumidor paga más ahora por esos productos». «Hay que dignificar la profesión del agricultor manteniendo sus rentas y cuando hay problemas de precios, hay que mantenerlas», insiste.

Aunque apunta que la solución a los problemas agrarios es «compleja», la delegada del Gobierno aboga por buscar «recetas», que pasan por una Política Agraria Común (PAC) fuerte, una normativa de la Cadena Alimentaria que dé transparencia e «impida que se juegue con los productos» y conseguir que los agricultores «cobren en tiempo y plazo por sus productos». A ello hay que sumar una política que reoriente la producción «en aquello que los consumidores quieren y están dispuestos a pagar por ello» y dar transparencia a los productos.