Las estaciones de servicio extremeñas temen las operaciones de las gasolineras denominadas "low cost", que ofrecen productos a precios más bajos, ya que, a su juicio, supondría la "muerte definitiva" de los establecimientos más tradicionales.

Se trata, en este caso, de establecimientos que ya sufren importantes bajadas de ventas en los últimos meses, y que temen cerrar al no poder competir con las "low cost", como ha explicado el presidente de la Asociación Regional de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Casto Bravo.

Bravo ha explicado que ya se habla de instalar este formato de gasolineras a bajo coste en la región, de la mano tanto de las grandes petroleras como de las cooperativas, lo que supondría el final de la red tradicional de estaciones de servicio.

El máximo responsable de la asociación Aresex teme que en un plazo de un año "habrá ya unas cuantas gasolineras de bajo coste en la comunidad extremeña", situación que "afectará" a los usuarios a la larga.

Como ha expresado, el usuario se encontrará con infraestructuras a bajo coste -aunque "duda" de que se ahorre-, pero sin personas que les atiendan -y por tanto sin la calidad de un buen servicio y sin poder reclamar- y sin servicios complementarios como tienda, lavado o control del aire o el agua.

En su opinión, hay ya interés de cooperativas, que en la actualidad tienen un surtidor de gasóleo B para uso particular, de instalar este tipo de gasolineras "desatendidas", es decir, sin personal.

Las grandes petroleras también tienen intención de instalar este tipo de infraestructuras "alegando que si no lo hace su marca lo hará la competencia", como explica el máximo responsable de la asociación Aresex.

Se trata de un aparato multifunción con un tanque "partido", destinado a gasóleo A y B, y a gasolina, y a través de una tarjeta se reposta el carburante; una instalación que puede ubicarse en cualquier lugar.

En su opinión, la intención del Gobierno central es abrir muchos puntos de venta "low cost", lo que supondría "perder" una de las redes de estaciones de servicio, la española, "más importantes" de toda Europa, pues en cualquier población se puede repostar en la actualidad con un buen servicio.

Bravo considera que España está haciendo las cosas "tan mal" que realizará una experiencia llevada a cabo en otros países hace años, pues las "low cost" desembarcaron hace tiempo en Francia o Italia, cerrando más de 6.000 puntos de venta tradicionales solo en el país galo.

El presidente de Aresex considera que se perdería un sector histórico en la comunidad, que tiene una red "extraordinaria" de estaciones de servicio, de la cual se benefician todos los extremeños en la actualidad.