Cuando parecía que el consumo volvía a repuntar, las últimas estadísticas demuestran que las familias extremeñas vuelven a apretarse el cinturón. Durante el año pasado volvieron a recortar su gasto después de incrementarlo en el 2013 y el 2014 por primera vez en los años de la crisis. La tímida recuperación del gasto experimentada entonces vuelve a desinflarse.

El presupuesto familiar rebajó, principalmente, las partidas destinadas al consumo en bares y restaurantes, a transportes, a ocio y espectáculos culturales y a comprar prendas de vestido y calzado, entre otras. Mientras, sube el desembolso en tabaco, en gastos corrientes de mantenimiento de las viviendas, en servicios médicos y en enseñanza.

El descenso evidencia el recorte en los ingresos que han sufridos las familias desde que empezó la crisis: entre el 2007 y el 2015 el gasto medio por hogar ha caído en más de 2.700 euros en Extremadura, una cifra similar a la media del conjunto del país. Ese empeoramiento, la incertidumbre o la falta de confianza en el futuro pueden estar detrás de esta rebaja del gasto que no se producía desde el 2012 y que sigue la tendencia contraria a la experimentada en el conjunto del país, donde el gasto creció el año pasado por primera vez desde el 2008.

Así, cada familia de la región gastó durante el año pasado una media de 22.493 euros frente a los 25.237 de hace ocho años. En el conjunto del país la rebaja ha sido mayor en cifras absolutas, pasando de los 31.641 euros de gasto por hogar entonces a los 27.420 euros del 2015.

Respecto al año anterior, la variación en Extremadura es menor, pero llama la atención que siga la tendencia contraria, es decir, que pase de aumentar a descender cuando la tónica generaliza es el crecimiento del gasto. En el 2014 los hogares extremeños se gastaron 23.035 euros de media, casi 500 euros más que durante el año pasado.

El consumo por habitante sigue la misma línea. Durante el 2015 se situó en 9.033 euros frente a los 9.194 euros del ejercicio anterior, un 1,7% menos. Respecto al 2007 el gasto por persona ha bajado en cerca de 300 euros, cuando se situaba en unos 9.300 euros. Los extremeños están así entre los españoles que menos desembolso realizan al año. Solo Ceuta, Melilla y Canarias tiene un gasto por persona inferior al de Extremadura, según la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada esta semana por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Los datos coinciden con las regiones que a su vez también tienen los

salarios más bajos del país. Basta un dato: los extremeños gastan hasta 5.000 euros menos al año que los vascos.

La crisis ha tenido un efecto claro en el desembolso de las familias, que alcanzó su suelo en el año 2012. Ese año cada extremeño apenas gastó 8.600 euros y en el conjunto de los hogares el desembolso medio anual bajó hasta los 22.172, la cifra más baja de la última década. Desde entonces, el presupuesto de las familias ha ido mejorando tímidamente por la estabilidad de los salarios y el freno de los despidos hasta encontrarse un nuevo descenso durante el 2015.

FACTURAS AL DETALLE ¿Y de dónde han recortado gastos los extremeños durante el año pasado? Pues principalmente del consumo en mobiliario, equipamiento y otros gastos de la vivienda, donde el desembolso ha caído más de un 18% en solo un año, lo que supone 200 euros menos. El ocio es la segunda factura que más rebajaron los extremeños. En espectáculos culturales gastaron hasta un 15% menos que en 2014, lo que supone un recorte anual de casi 200 euros. El gasto en hoteles, cafés y restaurantes cayó un 7,4% (155 euros menos), en artículos de ropa y calzado bajó un 6,3% (85 euros menos) y en vivienda y facturas relacionadas con el hogar cayó también más de un 4% (315 euros menos).

Sin embargo, es este último capítulo el que supone el mayor coste para los hogares extremeñas. El 31% de los presupuestos familiares se destinó a satisfacer necesidades básicas como la vivienda y sus gastos fijos como agua, electricidad y energía. En los últimos siete años este gasto ha pasado de suponer el 20% de los presupuestos de un hogar al 31%, según las últimas estadísticas del INE.

El segundo mayor desembolso hay que hacerlo en el supermercado: la alimentación se lleva el 16% de los ingresos de las familias, poco más que hace siete años. Comida y bebidas no alcohólicas son los artículos en los que se ha incrementado el gasto en el último año. Pero no ha sido el único. Los extremeños desembolsaron más dinero el año pasado en bebidas alcohólicas y tabaco (hasta un 8% más), en sanidad (12,6%), en enseñanza (17,4% más) y en comunicaciones.

¿Y de dónde sale este presupuesto? Principalmente de las personas con empleo y de los jubilados, que son los dos grupos que cargan con mayor peso del gasto de las familias en todo el país. Entre los mayores, el gasto medio subió en casi 2.000 euros anuales en nueve años, mientras en los ocupados bajó en 4.000 euros.