El gasto en I+D en Extremadura creció en el 2018 por segundo ejercicio consecutivo. En concreto, aumentó un 7,4% en términos interanuales, hasta rozar los 122 millones de euros, frente a los algo más de 114 que se habían invertido a lo largo del año anterior.

Como sucedió a nivel nacional, la inversión extremeña en Investigación y Desarrollo sufrió un auténtico ‘hachazo’ a causa de la crisis económica. Sin embargo, mientras que a nivel nacional los 14.946 millones desembolsados el año pasado suponen recobrar el nivel previo a la crisis (el anterior máximo se alcanzó justo una década antes, con 14.701 millones), en la comunidad autónoma se está todavía bastante lejos de volver a recuperar el estadio anterior a que diera comienzo la larga recesión.

De esta forma, en la región aún se permanece un 22% por debajo del gasto que se efectuó en estas actividades en el 2008, cuando llegó a ser de 156,4 millones de euros, el punto más elevado que ofrece la serie de datos. Incluso en el 2011, tras tres años seguidos de bajada, la inversión conseguía mantenerse en unos parámetros muy superiores a los actuales, con 143,8 millones, que paulatinamente fueron desplomándose hasta tocar fondo en el 2016, con 106 millones.

El peso que supone la I+D en relación a la economía autonómica se mantiene, además, estancado en un 0,63% del PIB regional, una proporción que supera únicamente las de otras tres regiones españolas: Castilla-La Mancha, Canarias e Islas Baleares, y que representa menos de un tercio del 2%. Este es el objetivo que para el 2020 se había fijado el Gobierno en el agregado estatal. En este sentido, aunque en España prácticamente se duplica el porcentaje extremeño (la I+D llega hasta el 1,24% del PIB), también parece una quimera que ya para el ejercicio próximo se logre sobrepasar la frontera marcada. De momento, ninguna autonomía lo logra. Las que más se acercan son el País Vasco (1,96%); Madrid (1,71%); Navarra (1,68%) y Cataluña (1,52%).

En cuanto al personal destinado a estas labores en Extremadura, se situó el año pasado en 2.192 personas (en equivalencia a jornada completa), un 7,4% más de las que había en el 2017. De ellos, 885 son mujeres, un 40,4%. Del total de estos empleados, 1.427 son investigadores (580 mujeres, un 40,6%).

DIFERENTE DISTRIBUCIÓN / Otro rasgo distintivo del gasto en I+D interna en la región es cómo está distribuido. Así, en España el principal sector de ejecución —otra cosa es cuál sea el origen de los fondos— son las empresas, con 8.445.3 millones (el 56,5% de la suma), por encima de los 3.946.2 millones (26,4%) que corresponden a la enseñanza superior, de los 2.515,2 millones (16,8%) de la Administración Pública, y de los 38,9 millones (0,3%) de las Instituciones Privadas Sin Fines de Lucro (IPSFL).

En Extremadura, en cambio, las empresas desembolsaron solo una cuarta parte del total invertido, con 30,4 millones de euros, y la Administración Pública figura con 26,7 millones (un 22%). En cuanto a los 65 millones que quedan, no los desglosa el INE por cuestiones de secreto estadístico, pero pertenecen en su mayoría a la universidad, que es la principal fuente de investigación en la comunidad autónoma.