El jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), Fulgencio Coll, evitó los honores militares cuando llegó en helicóptero a la base de Bótoa para recabar informes sobre el robo de armas. El JEME, que estuvo tres horas en la base, se dirigió al jefe de la base y con un gesto indicó que no se entretendrían y se dirigieron con otros jefes a una reunión. "Este desplante te da una idea del ambiente que se respira en la base", según manifestaron fuentes conocedoras del acto.