La delegada del Plan Nacional de Drogas, Carmen Moya, defendió ayer en Mérida el desarrollo de un marco legislativo común entre regiones para hacer frente a los nuevos consumos y modelos de drogas, en los que se ha detectado un descenso generalizado del consumo desde 1994 excepto en la cocaína, que se mantiene.

Moya aseguró en una rueda de prensa en Mérida, con motivo de la reunión de la Comisión Mixta Congreso-Senado del Plan Nacional de Drogas, que es "fundamental" aplicar políticas comunes que trabajen desde la prevención y la planificación y que se coordinen desde todas las regiones. Según Moya, en este encuentro se ha puesto de manifiesto la última encuesta sobre consumo de sustancias estupefacientes, que apunta que, por primera vez, se ha quebrado la tendencia de consumo de cannabis, alcohol y tabaco en las poblaciones escolares de entre 14 y 18 años así como en los adultos. También se ha aprobado la Estrategia Nacional para el periodo 2009-2016.

Por su parte, la consejera de Sanidad y Dependencia, María Jesús Mejuto, explicó que Extremadura dispone del Plan Integral de Drogodependencias, que cuenta con un importe de 2,8 millones de euros y que incide en el retraso de la edad de inicio y la reducción de los daños de salud que provocan estas sustancias.