El Gobierno ha señalado que no puede responder a la demanda de varios colectivos sociales que reclaman una regulación «con mayor intensidad» o la prohibición de la caza porque «no es competente» en la materia, por lo que no puede tomar esa decisión.

En una respuesta parlamentaria remitida por escrito a la pregunta de la senadora de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea María Vanessa Angustia, el Ejecutivo responde que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los cuerpos de Agentes Forestales y Medioambientales en España están encargados de velar por el «adecuado cumplimiento» de las condiciones legales y de seguridad de las cacerías. Además, señala que están preparados para auxiliar en situaciones de accidente o cualquier situación anómala que ocurra.

La pregunta parlamentaria se emitió el 29 de noviembre a raíz de la iniciativa de la Fundación Franz Weber a la que se sumaron 73.000 firmas sobre el maltrato a los animales silvestres y después del vídeo en el que se podía ver como una docena de perros de caza y un ciervo caían por un barranco durante una montería en Herreruela. La senadora Angustia recuerda también otros casos en Galicia y pregunta al Gobierno si va a tomar medidas.

leyes autonómicas / El Gobierno recuerda en su respuesta que las rehalas de perros están reguladas por las normativas de caza y sanidad animal de las comunidades autónomas, e insiste en que el maltrato animal es un delito tipificado en el Código Penal.

Para la senadora, que forma parte de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APPDA) las imágenes de la montería de Herreruela muestran una «crueldad inusitada contra la fauna salvaje, que supone un auténtico atentado ambiental y animal».

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló el pasado 4 de diciembre en una entrevista radiofónica que, desde su «perspectiva personal», está a favor de prohibir la caza y las corridas de toros. Fue contestada por el presidente de la RFEC, Ángel López Maraver, que la acusó de mostrar «una total y absoluta ignorancia» de la actividad cinegética y del mundo rural.