El Consejo de Ministros ha aprobado hoy convenios con Extremadura con una subvención de 20 millones de euros para financiar proyectos de inversión, según se recoge en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2013.

Según la referencia del consejo, la Administración General del Estado (AGE) y Extremadura coinciden en considerar prioritario la adopción de políticas activas de fomento y ejecución de inversiones que favorezcan el desarrollo económico de la comunidad.

En este marco, la AGE aporta 20 millones destinados a financiar la ejecución por Extremadura de proyectos de inversión con Educación y Cultura por 6,2 millones; Sanidad y Dependencia, 1,1; Infraestructuras, 8,5 y Vivienda, 4,2.

Además, el consejo de Ministros ha autorizado dos convenios de colaboración del Ministerio de Economía y Competitividad para la realización de tres proyectos de investigación de tres años de duración con la Universidad de Extremadura.

El proyecto MEDEA cuenta con un presupuesto de 5,2 millones, de los que el Ministerio aporta 3,7, a través de anticipos reembolsables FEDER, y la Universidad de Extremadura 933.785 euros.

Su objetivo es la implementación de la Medicina Personalizada en Servicios de Salud e Investigación clínica para mejorar la prescripción de medicamentos y aumentar la eficacia de los Ensayos Clínicos.

Es un programa de innovación sanitaria que busca la implicación de empresas privadas en su desarrollo.

El proyecto LABPOLE tiene un presupuesto de 4,7 millones, de los que el Ministerio de Economía y Competitividad aportará 3,2, la Universidad de Extremadura 808.813 euros.

Este proyecto adapta una seria de infraestructuras del entorno del Campus de Cáceres a un nuevo polo biotecnológico y biosanitario especializado en animales.

El proyecto DEPATECH tiene un presupuesto de 1,3 millones, de los que el Ministerio aporta 967.162 euros, y la Universidad de Extremadura 241.790, para la creación del Centro de Tecnificación para el Deporte Paralímpico.

En este nuevo espacio las tecnologías para la discapacidad y la dependencia se someten a condiciones extremas de uso, las propias del deporte paralímpico, y con ello se pretende mejorar el rendimiento de los dispositivos y procedimientos, de modo que al llegar al mercado sean más eficaces y eficientes y, por tanto, más competitivos.