La vicepresidenta del Gobierno autonómico, Cristina Teniente, anunció ayer que en los presupuestos regionales de 2015 "se mantendrá la partida destinada a Educación y se incrementará la de Sanidad", y defendió así que la reforma fiscal avanzada el lunes por el presidente José Antonio Monago es "garantista de los servicios esenciales". Asimismo, afirmó que el Gobierno "no" renuncia a presentar en el Parlamento su propuesta de reforma electoral, pese a la falta de acuerdo que a priori existe entre los grupos, por ser "ambiciosa, valiente e integral, de regeneración política" y responder "a la demanda de los ciudadanos".

En relación a la reforma fiscal, Teniente subrayó que los indicadores económicos relativos al primer semestre del año en la región "avalan" que "se han estabilizado las cuentas e incrementado la recaudación". Este hecho propicia que sea "el momento oportuno" para abordar una reforma "integral y ambiciosa".

En esta línea se pronunció la responsable regional tras la reunión del Consejo de Gobierno, que tiene "grandes expectativas" en esta reforma porque supondrá "un nuevo impulso al crecimiento de Extremadura" y busca "reactivar la recuperación económica". Además, destacó que con esta reforma la comunidad "pasará a ser la región con los impuestos más bajos".

Para el Ejecutivo regional, el incremento "sustancial" de la recaudación tributaria indica que "estamos en el momento oportuno" para una rebaja de impuestos, "que van a notar en su bolsillo la práctica totalidad de los extremeños", pues implica "la mejora del poder adquisitivo".

CONTACTOS La reunión prevista para la jornada de hoy con el Prex-Crex inicia la ronda de contactos con los grupos parlamentarios de la Cámara regional. Esto responde a que el objetivo es llevar la reforma al Parlamento "lo antes posible" para que su aplicación comience a partir del 1 de enero de 2015. Por ello, desde el Gobierno regional esperan "un ejercicio de responsabilidad" por parte de las otras fuerzas políticas por "el bien de la región" y en reconocimiento al "esfuerzo de los ciudadanos".

El Ejecutivo confía en que el PSOE "reflexione y no intente frustrar" esta reforma fiscal, pues "bajar los impuestos no es de derechas ni de izquierdas, es de sentido común". Para la dirigente, el PSOE "da la espalda a lo que pide la calle", y se debatirá porque "no valen las excusas".