El Secretario de Estado de Transportes de Portugal, Carlos Correia da Fonseca, afirmó ayer que el tercer puente sobre la desembocadura del río Tajo, incluido en el segundo tramo del AVE entre Lisboa y Madrid, es "inevitable y se realizará".

Correia aseguró que la alta velocidad en Portugal es "una realidad" y recordó que la obra del primer y más largo tramo (170 kilómetros entre Poceirao y Caia) "estará en terreno" a partir del próximo septiembre.

El Gobierno socialista portugués suspendió el pasado mayo el concurso para el tercer puente por razones de carácter técnico y financiero, aunque garantizó que lo lanzaría más adelante y cumpliría con el plazo establecido de 2013.

"No pasa por la cabeza de nadie que el AVE se quede en Poceirao (a 50 kilómetros de Lisboa)", manifestó el Secretario de Estado.

En total, el coste de ambos tramos supera los 3.000 millones de euros, que cuentan con cerca de un tercio de financiación y fondos europeos, y se reparten entre los 1.359 millones del más largo y los cerca de 1.700 millones del corto, con 50 kilómetros de vía y un puente.

No obstante, el impacto en las finanzas públicas de esta infraestructura, que unirá a las dos capitales ibéricas en dos horas y 45 minutos, ha dividido durante el último año a las principales fuerzas políticas del país.