Vacunar al ganado ovino y vacuno contra la lengua azul vuelve a ser obligatorio. El Ministerio de Agricultura ha publicado una orden en la que obliga a los ganaderos a inmunizar contra la fiebre catarral ovina antes del 31 de julio a las reses mayores de tres meses en Valencia de Alcántara, Coria, Plasencia, Garrovillas, Hinojal, Monroy, Santiago del Campo y Navalmoral y también en varias comarcas y municipios de Salamanca, Toledo y Avila tras detectar la circulación del virus en el norte de Extremadura. El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz, Julio López Gimón, explica que se trata de casos aislados y que llevando a cabo un control, no hay razón para la alarma. La Junta ha puesto a disposición de los ganaderos 300.000 dosis gratuitas para inmunizar las reses.

La lengua azul es una enfermedad vírica no contagiosa que se transmite por insectos y que afecta principalmente al ganado ovino. Se han identificado 24 serotipos distintos y su gravedad varía según las especies con síntomas que causan pérdida de peso, interrupción del crecimiento de la lana e incluso la muerte. La orden del Gobierno central, que se publicó el sábado en el Boletín Oficial del Estado, fija nuevas zonas restringidas tras declararse España libre de focos del serotipo 8 del virus desde noviembre de 2010, pero vuelve a establecer como obligatoria la vacunación frente al serotipo 1 en las áreas de mayor riesgo al detectarse de nuevo la circulación del virus en el norte de Extremadura, según la Junta en cabezas procedentes de otras comunidades.

Tras restablecerse la obligatoriedad de la vacuna, la Consejería de Agricultura ha puesto a disposición de los ganaderos 300.000 dosis gratuitas para inmunizar las reses. El director general de Agricultura y Ganadería, Jesús Barrios, recuerda que el pasado año la vacunación era voluntaria y sin restricciones de movimiento y que por ello se han detectado casos positivos en el norte de Cáceres, zona "muy propensa" a la aparición de la enfermedad por la alta densidad del mosquito que la transmite. Según explica, se pretende evitar que la propagación llegue a otros lugares ya que si no se lucha contra el virus mediante la vacunación, el problema puede convertirse en endémico. No obstante, Barrios ha mandado un mensaje de tranquilidad a los ganaderos porque "se han puesto los medios para erradicar la enfermedad".

CASOS AISLADOS Según el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz, Julio López Gimón, no hay razón para la alarma ya que la lengua azul es una enfermedad que se erradica de forma paulatina y siempre pueden quedar brotes residuales. "Llevando a cabo un control no hay razón para la alarma", indica el experto, que apunta que lo ideal sería que el Gobierno asumiera el coste de la campaña de vacunación para que no tuvieran que sufragarlo las explotaciones, muy tocadas por la crisis.

En esta línea, el responsable de Ganadería de UPA-UCE, Antonio Prieto, critica que a diferencia de lo que ha ocurrido otros años en los que vacunar ha sido obligatorio, la Junta no haya establecido un plan unitario con fechas por zonas y haya dejado el proceso en manos de los ganaderos. "La Junta facilita las vacunas, pero no cubre los gastos cuando la responsabilidad sanitaria recae en la Administración", dice Prieto, que calcula que vacunar a una explotación de 300 reses puede costar unos 200 euros. La lengua azul no tiene incidencia en el consumo, pero el ganado que no esté inmunizado antes del 31 de julio no podrá venderse ni sacrificarse.