El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino comienza a abrir la puerta a un posible trasvase de agua desde el embalse extremeño de Valdecañas a la cuenca murciana del río Júcar. Tras varios meses en los que el discurso del Gobierno ha sido negar que se esté trabajando en el proyecto, el secretario de Estado del Agua, Josep Puxeu, ha asegurado en Madrid que es una "posible buena opción". La vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, salió ayer al paso de estas afirmaciones para dejar claro que aún "no hay previsto" ningún trasvase pero que se estudiarán todos los que sean viables económicamente y sostenibles ambientalmente.

Las declaraciones de Puxeu, el jueves en unas jornadas de la Fundación Ingeniería y Sostenibilidad, suponen un giro en la postura del Ministerio de Medio Ambiente. "Es una posible buena opción. Ni es de hoy ni es de ayer, ni se le ha ocurrido a Puxeu ni a Valcarcel --presidente del Gobierno murciano--. Ha habido opciones viables que se han quemado. No lo estamos estudiando porque no queremos quemarlo. Pero si vamos a buscar soluciones, vamos por ahí", expuso el secretario de Estado, según recoge El País --diario que sostiene que el Gobierno extremeño podría liderar la iniciativa--. Desde el ministerio apuntaron ayer que la posición oficial es la que reflejan las palabras de Puxeu y la ministra del ramo, Elena Espinosa. Estas fuentes, hasta ahora, siempre habían defendido que no se contemplaba ese trasvase, aunque la opción estaba ahí.

Las palabras del secretario de Estado y la información de El País provocaron que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, llamara ayer a Elena Espinosa. "El primer sorprendido he sido yo", reconoció el dirigente extremeño, que explicó que la ministra le ha manifestado que no se está trabajando todavía en esa posibilidad. Fernández Vara volvió a insistir en que su postura sobre este tema es la del diálogo: "El día que lo pongan encima de la mesa lo discutiremos. Estoy dispuesto a hablar".

DEFENDER INTERESES En este sentido, recordó que "los ríos no son de nadie, sino de todos" y que oponerse de partida a este proyecto sería contradictorio con los recursos de inconstitucionalidad presentados contra los nuevos estatutos de Andalucía y Castilla y León por apropiarse de la gestión del Guadalquivir y el Duero, respectivamente. Pero también quiso dejar claro que su postura de diálogo no supone que vaya a acatar el trasvase sin condiciones: "Apoyaremos lo que beneficie a los intereses de España si ello no va en contra de los intereses de Extremadura".

El revuelo originado por las palabras de Puxeu llegó incluso al Consejo de Ministros. Tras su celebración, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, insistió en que "no hay previsión" de nuevos trasvases en España y que el único que se está estudiando, "por mandato parlamentario", es una posible transferencia de agua desde el río Ródano (Francia). En todo caso, precisó que el Gobierno no se opone a los trasvases viables económica y ambientalmente. En todo caso, apuntó que el Ejecutivo trabaja "en todas las soluciones: ahorro en el gasto, modernización de regadíos, desalación, infraestructuras hidráulicas y también los trasvases cuando son económicamente viables y ambientalmente sostenibles".

Por su parte, desde el Gobierno de Murcia explicaron que su presidente, Ramón Luis Valcárcel, se reunió el jueves con Elena Espinosa para entregarle un informe jurídico que sostiene que el trasvase Tajo-Segura debe funcionar hasta el 2045. Además, expuso a la ministra que tanto la opción del Ródano como la de Valdecañas son buenos complementos para solucionar los problemas de sequía que sufre esta comunidad. Aunque no se profundizó, Valcárcel explicó que la postura del Gobierno sobre el trasvase desde Extremadura "ya no es un no rotundo, sino una posibilidad abierta que se puede debatir".