Algunos de los factores que alimentan los grandes incendios no se pueden evitar (principalmente los climatológicos) pero hay otros sobre los que sí se puede influir y dependen exclusivamente del propietario de cada terreno. Se estima que hay 50.000 casas de campo en Extremadura; «si los propietarios se preocupan de defender estas edificaciones aisladas, supondrán una ayuda para los medios de extinción ante un incendio», advierte Miguel Ángel Cotallo, del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales de Extremadura. Entre las medidas a tener en cuenta, eliminar pastos, tener bolsas de agua (como piscinas) que puedan ser utilizadas para la extinción y favorecer el paso de los medios terrestres por las fincas. «Que las casas estén autoprotegidas, será de gran ayuda en la extinción».