El Grupo Industrial 'Alfonso Gallardo' dijo que el mercado de los gases licuados del petróleo (GLP) está liberalizado en Extremadura, abierto a la iniciativa privada y que en ella, además de Repsol, empresas muy consolidadas en el sector, como GLP, CEPSA y GALP, distribuyen también este producto. Así contestó 'Gallardo', a la reciente afirmación del secretario regional del PP, César Díez Solís, de que, tras el futuro cierre de la única planta de Repsol en la región, la encargada de suministrar este producto será la futura refinería que promueve el Grupo Industrial en la zona de Tierra de Barros. Según Solís, los sectores estratégicos en Extremadura están en manos de un grupo "con fuertes vinculaciones" con el Ejecutivo regional y que, tal y como apuntó, realiza la distribución del gas canalizado en la región, tiene la patente del cemento y pretende implantar la industria petroquímica para suministrar gasóleo y gasolina. 'Gallardo' indicó que el PP parece ignorar que el mercado de los GLP está liberalizado, es decir, al margen de cualquier tutela estatal y que, por lo tanto, está abierto a la iniciativa privada. Además, explicó que, fruto de esa liberación en Extremadura, distribuyen, además de Repsol, empresas muy consolidadas en el sector, como GLP, CEPSA y GALP, que compiten en la Comunidad Autónoma, por lo que "carece de todo fundamento hablar de concentración o favoritismo industrial", añadió. La empresa aclaró que, como en otros sectores industriales, el Grupo ha salido a un mercado libre para competir en libertad y en las mismas condiciones que todos los demás, y con el propósito de lograr una cuota de mercado que garantice la rentabilidad de su iniciativa empresarial. 'Gallardo' espera que no sea esto lo que molesta a Diez Solís y considera que el PP debería reflexionar sobre la rentabilidad política que puede sacar a las declaraciones de su portavoz. También opina que "sería conveniente que el PP aclarara cuáles son sus iniciativas para fomentar y consolidar al sector industrial extremeño". A su juicio, es "pura maldad" hablar de concentración y de privilegios e insinuar que el cierre de la planta de Repsol en Mérida obedece a un plan preconcebido en los poderes públicos para beneficiar al grupo. Asimismo, la empresa señaló que no entiende cómo el PP dice que la política industrial de la Junta de Extremadura debe aspirar crear empresas y no a expulsarlas de la región, y que, a la vez, critique su intención de abrir industrias en Extremadura.