El Grupo Gallardo no contempla una refinería fuera de Tierra de Barros, según expresó ayer su consejero delegado, Juan Sillero, durante la firma de dos convenios con la Universidad de Extremadura (Uex). Uno para estudiar la compatibilidad de la planta con el medio ambiente y la agricultura, y otro para realizar actividades dentro del I Plan de Iniciación a la I+D+i. Firmaron el rector, Francisco Duque, y Juan Sillero.

La Uex hará un "estudio independiente" sobre los efectos de la Refinería Balboa en el medio ambiente y la realidad agraria y socioeconómica de su entorno, "partiendo de la base de diseño de la refinería y de la premisa del cumplimiento de la normativa vigente". La Uex elegirá un equipo de investigadores "independientes y capacitados", que coordinará el ingeniero Santiago Hernández. "Esto se hace para conocimiento de todos y, a pesar de la confidencialidad, se informará cada tres meses", según Sillero, quien destacó que es un estudio previo a la puesta en marcha de la planta "para decir si es nociva o no".

Preguntado sobre qué ocurrirá si el estudio dice que el lugar no es idóneo, respondió: "Eso lo tenemos descartado, pero el estudio lo dirá. El sitio no se ha elegido por casualidad, hay un estudio de ubicación muy serio que demuestra que hay pocos sitios donde poner la planta y uno de ellos es éste, quizás el corredor de Zafra a Mérida sea el mejor, por cuestiones medioambientales y de infraestructuras. Hay otros pero se complica la instalación". Y añadió: "¿Si se demuestra que es perjudicial?, cuando nos hemos puesto ahí es porque internamente lo tenemos estudiado. Hay muchas plantas en zonas agrícolas. La universidad dirá qué quiere hacer, pero creemos que confirmará nuestros estudios. No está dentro de nuestra cabeza cambiar la planta de sitio".

Ante una posible nueva refinería en Marruecos para abastecer a España, que promueve Repsol, Sillero dijo que el proyecto de Balboa es para surtir al mercado español, donde hay un déficit de refino de 20 millones de toneladas, sobre todo en el centro. "Y estaremos en mejores condiciones que ninguna planta de la costa y de fuera de España. No nos afecta". Y no ve claro que lo de Marruecos sea una refinería. "Por la inversión; hablan de 500 millones, no me cuadra; la nuestra era de 1.200, van 1.800 y no está cerrada".

Por otro lado, anunció tras la negativa de Galp, "que nunca ha sido socio tecnológico", y de Repsol, "que nunca dijo que no, pues quería una mayor participación y eso hacía que el proyecto dejara de ser extremeño", que mantienen conversaciones "con firmas de primer nivel mundial" y antes de fin de año se conocerá el socio tecnológico.

El proyecto está en el Ministerio de Medio Ambiente, que ha pedido más información y se remitirá conforme avance el proyecto de ingeniería básica, al que le faltan 11 meses; luego comenzará el detalle y construcción para iniciar la obra antes de un año y que esté terminada en cuatro desde la fecha actual.

Hernández explicó que el estudio se hará sobre modelos de dispersión para tener idea de las situaciones más conflictivas en meteorología en función de la contaminación química aérea de la planta. Se estudiarán sus efectos sobre el suelo, plantas y cultivos de vid y olivo. La recogida de datos durará un año.