El Grupo Gallardo ha presentado un expediente de despido colectivo en la empresa Galvacolor, que afecta a 88 trabajadores de esta planta ubicada en Jerez de los Caballeros (Badajoz), una situación que los sindicatos quieren abordar con la recolocación de la plantilla, aunque reconocen que es "complicado".

"Es un cierre necesario porque los datos de producción son muy negativos y hay una mala situación del mercado del acero galvanizado", han declarado desde el grupo empresarial, que han apelado a la prudencia dado que se encuentran en pleno proceso de conversaciones con la representación de los trabajadores.

Galvacolor, perteneciente al Grupo Alfonso Gallardo, inició su actividad productiva en febrero de 2002 dedicada a la producción de chapa galvanizada, pero se vio obligada a suspender su actividad con el inicio de la crisis para volver a retomarla hace unos dos años, ha recordado el secretario general de Industria de CCOO en Extremadura, Saturnino Lagar.

Según ha precisado, el expediente atañe a uno de los dos centros de trabajo con que cuenta la empresa en Jerez, en concreto a 88 de sus 96 trabajadores, mientras que el que no está afectado da empleo a medio centenar de personas.

Lagar ha confesado que el expediente ha cogido "por sorpresa" a la plantilla dado que hace dos meses la empresa le comunicó que tenía buenas perspectivas, pero tampoco le ha extrañado en exceso porque "el material no llegaba con fluidez" y ello empezó a generar "dudas".

No obstante, "no esperaban que fuese tan radical", con una propuesta de despido de 88 de 96 trabajadores y de indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de una anualidad.

Estas indemnizaciones serán reducidas porque, ha apuntado el dirigente sindical, los más veteranos solo tienen una antigüedad de dos años.

Ante este panorama, la representación de los trabajadores afrontará el proceso de negociaciones, que se inicia mañana con una primera reunión en las oficinas centrales del Grupo Gallardo en Jerez, con su rechazo a estos despidos y abogarán por una recolocación de los trabajadores en las empresas del grupo, aunque Lagar reconoce que es "complicado" dada la situación de la empresa.

"Algunas empresas ya generan beneficios, pero la deuda que arrastra es considerable", ha señalado.

Además, ha advertido de que recolocar a los trabajadores afectados significa prescindir de eventuales de otras empresas del grupo, "lo que es vestir un santo para desvestir a otro", por lo que hay que analizarlo "con detalle".

De momento, se ha abierto un período de negociaciones de un mes, que se inició el pasado viernes con la presentación de la documentación por parte del Grupo Gallardo, cuya intención es, según ha manifestado, estudiar las medidas que sean "menos traumáticas" y "necesarias" para atenuar los efectos de este expediente.

Por su parte, los representantes de los trabajadores esperan rebajar la cifra inicial de despidos dado que la empresa ha reconocido que está dispuesta a negociar.