"Nos estamos recorriendo el mundo, buscando nuevas vías, porque aquí el mercado se ha venido abajo", cuenta Isabel Bolaños, que junto a su marido dirige el Grupo López Bolaños (Cristales y Persianas López, Alumasa y Expalum). Sin las exportaciones, añade, a esta compañía le habría sido imposible mantener la plantilla. "Gracias a ellas hasta ahora no la hemos tocado", afirma.

Uno de los destinos en los que esta firma está trabajando es Brasil. Allí constituyó a fines del 2011 junto a socios locales una empresa con la que comercializa lamas de aluminio para persianas. El pasado año ya exportó por valor de 160.000 euros. "Pensamos que Brasil puede convertirse en el motor económico de Sudamérica", indica esta empresaria. Además, con unas olimpiadas y un mundial de fútbol en el horizonte, el panorama pinta bien para industrias como la suya. "Ahora se está construyendo mucho, pueden ser unos años buenos", aventura Bolaños. Con todo, señala que exportar a estos mercados también obliga a hacer frente a numerosas dificultades. "Son países en los que para cualquier cosa se necesita mucho tiempo", explica, demoras que afectan desde a los días que se tarda en retirar un contenedor del puerto hasta a los plazos de pago, pasado por la pesada burocracia que hay que soportar.

Cristales y persianas López fue la primera empresa del grupo, hace ya dos décadas, en empezar a vender fuera de España, comercializando doble acristalamiento en Portugal. A día de hoy, sin embargo, son Expalum y Alumasa las que concentran la mayor parte de los envíos. China, donde están dando sus primeros pasos, Argentina, Nueva Caledonia, Francia --su mayor mercado fuera de España-- o Marruecos, están también entre los destinos.