Guadalupe Sabio (Badajoz) terminó la carrera de veterinaria en Cáceres con Premio Extraordinario y consiguió en 2005 el Doctorado Europeo del Medical Reserch Council. A partir de ahí ha tenido muchos premios y reconocimientos. Está considerada como una de las mejores científicas de España. A los 40 años, sus colegas de profesión ya la consideran una de las mejores investigadoras de España. Ha fraguado su prestigio compitiendo en un «sistema muy masculino» al tiempo que criaba a tres hijos.

Tras licenciarse en Veterinaria con premio extraordinario, Sabio trabajó en el Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de Massachusetts por su investigación sobre las proteínas quinasas del estrés. Ha recibido decenas de premios; entre ellos, el Impulsa de la Fundación Príncipe de Girona y el Premio Joven Investigador de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM). Ha sido reconocida por la Fundación L’Oréal-Unesco por su estudio sobre la obesidad y su relación con el cáncer hepático y la diabetes, y ha recibido el premio Estrella de la Comunidad de Madrid por su labor en favor de los derechos de la mujer.

-¿Qué quiere decir Europa para usted?

-Para mí Europa es parte de mi casa, son nuestras raíces, con su diversidad que es lo que la hace grande. Europa es sinónimo de libertad, democracia, educación y la cuna de nuestra civilización y de la ciencia.

-¿Qué le gusta de Europa y en qué debería mejorar?

-Me gusta su capacidad de reconstruirse ante la adversidad, dejando al lado las diferencias entre nosotros y buscando lo que nos une. Habría que recordar a nuestros políticos como se creó Europa olvidando los regionalismos y nacionalismos y remando juntos. Creyendo que la ciencia y el conocimiento traería la libertad y la prosperidad. Y todo ello con la base de la solidaridad entre pueblos y la igualdad.

-¿Qué cree que aporta la pertenencia a Europa?

-Nos aporta muchísimo. En mi campo, que es la ciencia, obliga al gobierno a invertir en investigación para crear unos proyectos muy competitivos en los que compites con todos los científicos europeos. Nos abre las puertas de otros países, incentiva nuestras colaboraciones consiguiendo que lo que hacemos sea mucho más importante. La suma siempre es buena.

-Cuente una experiencia personal sobre su pertenencia a Europa.

-El hecho de ser científica hace que tengas que viajar mucho, tanto dentro y fuera de Europa. Es grato poder estar en otros países europeos y sentirse como en casa porque tenemos un proyecto común, porque nos une una cultura y unos ideales. Por otro lado siendo beneficiaria de un proyecto Europeo para jóvenes investigadores, para mí significó poder instalarme en España tras nueve años fuera y ser capaz de establecer mi grupo de investigación en el Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares.