La Asociación Cívica Extremeña Virgen de Guadalupe Guadalupex expresa hoy su confianza en que el papa Francisco resuelva el "anacronismo histórico" que supone que esta población cacereña dependa de la Diócesis de Toledo.

Un año más, con motivo de la celebración de los actos institucionales y religiosos del Día de Extremadura y de la Virgen de Guadalupe, que se conmemora el 8 de septiembre, este colectivo ha vuelto a reivindicar que dependa eclesiásticamente de la región.

Guadalupe, cuyo monasterio alberga a la patrona de Extremadura, y treinta pueblos extremeños, pertenecen a la Diócesis de Toledo.

A su juicio, la llegada del papa Francisco ha supuesto "un cambio repentino de clima", que ha generado una gran expectación en el mundo en general y entre los cristianos en particular.

"Se empiezan a percibir los primeros síntomas de por donde parece encaminar el rumbo de la Iglesia el nuevo sucesor de Pedro. El anuncio del nuevo secretario de Estado y las reacciones que ha provocado, así parecen confirmarlo", añade.

Guadalupex subraya que se identifica plenamente con el mensaje del papa de "una Iglesia pobre para los pobres" y próxima a las gentes que la necesitan.

Se abre una nueva era en la Iglesia que a este colectivo le llena de esperanza para la solución de la situación "anómala" que vive la patrona de Extremadura.

Sin embargo, reclama un esfuerzo colectivo para remar en la dirección que marcan los nuevos tiempos.

"La alta jerarquía eclesiástica toledana habrá de abandonar su tradicional cerrazón y hacerse más sensible al sentimiento mayoritario del pueblo extremeño", indica.

Además, los obispos extremeños, en su opinión, deberán adoptar una postura "más activa, de mayor implicación", en la solución de este conflicto.

"Se echa en falta algún documento oficial donde los tres prelados fijen su criterio sobre la extremeñidad religiosa y pastoral de nuestra patrona", según Guadalupex.

Este colectivo también aboga por conocer, de manera clara y transparente, el estado en que se encuentran las gestiones que se estén realizando ante el Vaticano, ante el Arzobispado de Toledo, ante la Nunciatura Apostólica o ante la Conferencia Episcopal Española.

Por último, apela a la sociedad extremeña para que se siga movilizando, como lo ha hecho hasta ahora, para hacer realidad más pronto que tarde esta normalización.