La Guardia Civil ha dado uno de los mayores golpes al narcotráfico conocidos en Extremadura. Se trata de la operación Acrópolis , centrada en la zona de Llerena y con ramificaciones en Sevilla, Algeciras y Málaga. De momento, el resultado ha sido de 15 detenidos --12 hombres y 3 mujeres-- y la intervención del mayor alijo hasta la fecha: 96,124 kilos de hachís (384.493 dosis), 3,105 de cocaína (18.154 dosis), 71 gramos de marihuana (211 dosis) y 7 plantas de cannabis sativa .

También se decomisaron 5 vehículos (Ford Fiesta, Seat Ibiza, dos Opel Astra y un Volkswagen Touareg), valorados en 117.200 euros; armas (una escopeta FN del calibre 12, un rifle Marlin y una carabina) y otros efectos: un ordenador, dos relojes valorados en 25.000 euros, una balanza de precisión electrónica, una máquina de fotos, numerosos documentos y 52.960 euros.

La operación se inició en septiembre del 2003 y concluyó el 24 de marzo, con 6 pueblos de la Campiña Sur afectados y el epicentro en Llerena. Los detenidos han prestado ya declaración. Seis están en prisión y 11 en libertad, según el jefe de la Comandancia de Badajoz, el teniente coronel Antonio Sánchez Rufo, que estuvo acompañado por el capitán que dirigió el operativo, Paulino Ramos. Ambos dijeron que no se descarta alguna detención más, pues "la operación continúa abierta".

PRIMEROS INDICIOS La Guardia Civil tuvo indicios de una red que se dedicaba al tráfico de drogas al por mayor y al por menor en la citada comarca del sur de Badajoz, cuyo centro estaría, como luego demostraron posteriores investigaciones, en un bar de Llerena, propiedad de D. J. B., considerado el cabecilla.

El responsable de la organización transportaba grandes cantidades de hachís que adquiría en Sevilla y Málaga, probablemente procedente de de Marruecos, aunque no lo confirmaron, como tampoco que la cocaína que traía de diferentes puntos de España fuese colombiana.

D. J. B. actuaba de intermediario al por mayor y de distribuidor en su zona. Contactaba con los compradores y luego con un cómplice que acordaba la compra con los proveedores.

EL TRANSPORTE El paso siguiente era transportar la droga desde el norte en dos vehículos; uno hacía de lanzadera para alertar al que llevaba la droga si había vigilancia en el camino. Estos transportes se aprovechaban para comprar hachís en Algeciras y Málaga, que luego llevaban a Llerena para distribuirlo por la provincia de Badajoz.

Durante la operación se estableció un dispositivo en la provincia de Sevilla, que permitió detener en Pedroso a P. A. J. B. el pasado 31 de diciembre, hermano del cabecilla, con 2 kilos de cocaína y 21 de hachís. Los agentes conocieron otro viaje de Algeciras a Llerena y el 23 de marzo interceptó la lanzadera que conducía J. M. O. J. en la N-432, en Granja de Torrehermosa, y el coche de transporte conducido por J. F. R. C., con 75 kilos de hachís en 3 sacos de 25 paquetes cada uno, y 1,1 de cocaína.

Después de este hecho, el grupo operativo realizó 14 registros domiciliarios y dos en locales de Llerena, Azuaga, Zafra, Villafranca de los Barros, Higuera de la Serena y Campanario, de la provincia de Badajoz, y en Estepona, Málaga. Así se acabó con 7 puntos de venta de droga que, luego se supo, ofrecían las sustancias de peor calidad que restaban de la venta al exterior.

Este ha sido el mayor dispositivo antidroga de la Guardia Civil en la región. Otro que concluyó con la aprehensión de 50 kilos de heroína, fue producto de un registro practicado en la autovía E-90, cerca de Caya, y tuvo lugar en el año 1999.