La denominada Corriente Crítica de Izquierda Unida de Extremadura exigió ayer la convocatoria de una asamblea extraordinaria de la organización en la que los afiliados "recuperen" la voz y puedan abordar, de esta manera, la "recuperación" de la formación izquierdista.

El portavoz de la Corriente Crítica, Cristóbal Guerrero, recordó que Casco se incorporó a la Dirección Regional de IU con el 87% del apoyo de la organización, con un patrimonio de tres diputados y alrededor de 200 concejales y una sede regional que "estaba pagada". En la actualidad, según apuntó Guerrero, Casco no cuenta con el apoyo de "ni siquiera" el 50% del partido.

Además, el actual coordinador de IU es, a su juicio de Guerrero, responsable de un "desastre electoral" que ha provocado que IU, por primera vez desde la democracia, no cuente con representación parlamentaria, ha perdido el 30% de los concejales y "ha hipotecado la sede".

Por otra parte, lamentó el acuerdo alcanzado con el PSOE en los ayuntamientos y, sobre los expedientes de expulsión abiertos a Cristóbal Guerrero y otros miembros de la Corriente Crítica, afirmó que se pretende "limpiar" la oposición que pueda haber en el partido para "ocultar la crisis e intentar seguir como sea al frente".