Informáticos, directores de empresas, estudiantes, policías locales, guardias civiles, parados, jardineros, pizzeros, caldereros.... Todos estos perfiles se encuentran entre los detenidos en la redada pedófila. Todos compartían archivos con nombres que aludían de forma específica a material de porno infantil. La policía identificó así a 125 usuarios que distribuían los vídeos y fotografías. Cada identificado se descargó en sus equipos informáticos varios archivos de contenido pedófilo de extrema dureza, tales como agresiones sexuales a menores de muy corta edad, poniendo estos a disposición de la red.