Hace nueve años que Félix Calzada se jubiló tras más de 30 años trabajando en la Casa de las Persianas. Su esposa, M Inmaculada, asegura que tienen que "hacer filigranas para poder llegar a final de mes" con la pensión de poco más de 800 euros que cobra su marido. "Es el único dinero que entra en casa". Afortunadamente no tienen hipoteca que pagar, pero los gastos mensuales abruman: la luz no deja de subir, el agua, los alimentos, "la asistencia social", pero lo peor de todo es la botica. "Es una exageración que tengamos que pagar las medicinas". Así, dice Félix, se vive "como se puede y haciendo cuentas", por eso ambos consideran injusto que la paga no suba lo mismo que la vida. "Así cada día es más difícil", señalan.