Trágico final. Tras varias horas de búsqueda angustiosa, se cumplieron los peores presagios y Manolo, el hombre de 73 años desaparecido el sábado por la tarde en Talavera la Real aparecía ayer sin vida cerca de la pedanía de Balboa. El cuerpo fue hallado hacia las 16.40 horas en el margen del río Guadiana, a unos 8 o 10 kilómetros del lugar en el que fue visto por última vez, a las 20.00 horas del sábado, en la nave donde cuidaba de animales.

En este punto apareció ensangrentada la gorra que llevaba puesta cuando salió de casa, lo que llevó a pensar que Manolo podría haber sufrido una caída y que se encontraría desorientado. La familia dio la voz de alarma y se organizó un amplio dispositivo de búsqueda con esta única pista que se completaba ayer por la mañana con la participación de más de 500 vecinos del municipio y dos helicópteros. De estos últimos, uno pertenecía al plan de lucha contra incendios forestales de Extremadura (Infoex), y otro a la Guardia Civil, procedente de Sevilla.

Según confirmó a este diario Cruz Roja, fue un grupo de voluntarios con un agente de la Guardia Civil que había salido desde Balboa el que lo encontró sin vida en la última batida de la jornada que se había organizado. En concreto, fue hallado en la conocida como Isla del Cortijo Bravero, junto al río. El cuerpo presentaba un golpe en la cabeza. Ahora será la autopsia la que determine las causas del fallecimiento. La principal hipótesis que se maneja es que se desorientó tras recibir un fuerte golpe en la cabeza por una caída accidental cuando fue a dar de comer a sus animales. Pero la investigación de la Guardia Civil seguía abierta y no se descartaba la intervención de terceros.

En la búsqueda participaron, además de la Guardia Civil y Cruz Roja, Protección Civil y Policía Local de Talavera, así como numerosos voluntarios. Por parte de Cruz Roja quisieron ayer destacar que desde el primer momento la localidad se ha «volcado» en las labores de búsqueda de su vecino.