Volví por Navidad y la portera me reconoció, "¡Por fin has vuelto! ¿Estás en Alemania, verdad? Mi hijo se va a tener que ir allí también, ya lleva tres años en paro...". Yo agradecí su acogida y me ofrecí a ayudar a su hijo "en lo que necesitara". Una de estas cosas que se dicen por cumplir pero que, de pedírmelo, intentaría hacer. Porque yo no habría sobrevivido más de tres días en Alemania sin la generosidad de un montón de personas. Así pues, tengo bastantes buenas acciones que devolver, y me gustaría empezar por aquí, escribiendo una carta abierta al hijo de mi portera:

Querido compañero en paro, aquí van unos consejos que me habría gustado leer antes de poner un pie en Berlín y que espero puedan servirte de utilidad, si finalmente decides dar el paso de emigrar.

Idioma: todavía estoy cabreado por todas esas clases de inglés que desaproveché. Mi enfado también está dirigido al sistema de enseñanza que padecí, que solo se focalizaba en los ejercicios de gramática y no en la práctica. Así pues, mi primer consejo es que sepas inglés. No que lo aprendas, sino que lo lleves contigo. Es tan importante el estudiar como el ver películas en versión original, leer libros y, sobre todo, echarse amigos de otros países. Evidentemente en Alemania hablan alemán, pero el inglés lo vas a necesitar para comunicarte con tu generación, toda esa multitud de italianos, portugueses y griegos que andan por las calles de Berlín y que sabrán solidarizarse si te ven en un apuro. El inglés además te servirá para hablar con los alemanes, que a veces lo dominan incluso mejor que los propios ingleses, con el aliciente de que su acento se entiende. ¿Y qué hacer con el alemán? Es un idioma enrevesado que requiere mucho tiempo. Mi consejo es que vayas con una base, sobre todo de conceptos que necesites memorizar --tablas de verbos, sustantivos, adjetivos...-- y que nada más llegar te apuntes a unas clases intensivas. Las hay a porrillo en Alemania. Las de la Volkhochschule son públicas y más baratas. Además allí conocerás a gente de todos los continentes.

Alojamiento: una locura. Lo siento, pero lo es. Al menos en Berlín, y por lo que me cuentan no solo allí. La mejor página para buscar piso compartido es www.wg-gesucht.de . Grábatela a fuego. Mi estrategia fue esta: escribir a todo el mundo. Mi único criterio de selección fue el precio. Encontrar piso en Berlín es como ir subiendo de nivel, conforme vayas conociendo a gente te darás cuenta de que el boca a boca funciona mejor. También ayuda empezar a buscar desde la misma ciudad, porque se da mucha importancia a la visita, que más bien parece un cásting. Y cuidado con los timos, no pagues absolutamente nada sin haber visto la habitación primero, y menos aún si no has conocido al arrendador o al resto de inquilinos.

Trabajo: los minijobs existen, pero necesitarás al menos saber inglés. Solo con el español es muchísimo más complicado. De nuevo el sistema podría ser el mismo que con el piso, tratar de ir ascendiendo en calidad conforme pasa el tiempo. Mi consejo es que trates de no instalarte en los minijobs. Efectivamente dan para vivir, pero solo para ir tirando y siempre de forma muy apurada. Me quedo sin espacio, pero hace unos meses escribí un artículo sobre este tema en esta misma página, lo colgaré en la web por algún sitio visible.

Amigos: los alemanes no son como los pintan. Pueden ser gente muy cercana y generosa. La cuestión es encontrar a los acertados. No me canso de repetir una de las frases que me contó Miguel Angel , el corresponsal de TVE que tan bien se ha portado conmigo desde que llegué: "En Alemania se me han confirmado todos los clichés y se me han caído todos". Si buscas corroborar el prejuicio, lo conseguirás. Si buscas desmentirlo, disfrutarás.

La comida y el tiempo no son tan buenos, pero eso probablemente ya lo sepas. Dos tercios de los que lo intentan no lo consiguen. Si lo consigues, valdrá la pena. Es una verdadera lástima que nos tengamos que ir obligados por las circunstancias, pero ya que estamos fuera, vamos a intentar aprovecharlo.

Buena suerte. Para cualquier otra cosa, mi nombre está al principio de la página.