Desarrollar y ofrecer soluciones para mejorar el medio ambiente. En eso trabajan las hermanas Chanel e Iris Sopo Lampea, quienes están a punto de probar su primer proyecto piloto en el municipio pacense de Castuera: «Lo que queremos hacer es crear alternativas y soluciones a lo que tenemos ahora», dice Chanel.

Ella es ingeniera de diseño industrial y, junto a su hermana, oceanógrafa, empezó a gestar la idea de cómo manejar mejor los residuos, una problemática para la que se está buscando soluciones a nivel global. Así nació Integreellence, una empresa que ya tiene un año y medio de recorrido y está lista para poner en marcha su primera propuesta: «La experiencia piloto consiste en colocar uno de los sistemas para que sea usado por unos 30-40 vecinos», explica Chanel.

El sistema consiste en un contenedor conectado a las respectivas tarjetas que tendrán cada vecino. Cada uno de ellos abrirán su sesión cuando vayan a dejar lo residuos y ahí se recogerán los datos de lo que se ha desechado: «Es una manera de aplicar el internet de las cosas», dice Chanel.

Además, tal y como expone Iris, la idea se adelanta a la normativa europea que se avecina: «El objetivo es reciclar mejor a partir de 2020. La norma se va a endurecer y ya no bastará con reciclar en el origen», asegura.

De hecho, en el futuro se podría tasar a los ciudadanos en función de la cantidad de residuos que generen. Este sistema inteligente ya recoge esa información.

También ahorra en gastos logísticos: las hermanas calculan que supone un 70% menos de gasto, ya que la recogida se hace un par de veces al mes.

El nuevo cubo de basura inteligente está destinado a reducir hectáreas de vertederos y, por tanto, problemas de contaminación y salud pública. Lo hará transformando los residuos orgánicos en compost, que puede ser utilizado posteriormente en actividades agrícolas: «Se trata de pasar de un sistema lineal de gestión de residuos a uno circular», dicen.

Actualmente, y junto a su equipo técnico, trabajan en adaptar este sistema a los propios hogares: «Estamos viendo cómo dimensionar el sistema para hacer composta en casa. Queremos crear una versión básica a la que se le pueda añadir módulos», explica Chanel. Se refiere a las múltiples posibilidades abiertas, como por ejemplo gestionar los residuos desde el móvil u otros dispositivos.

Por el momento, el contenedor inteligente ya ha despertado interés en otras ciudades españolas, como Murcia, Cádiz o Logroño y también en empresas privadas que quieren aplicar su responsabilidad corporativa en la gestión de los residuos.

Con 32 y 31 años respectivamente, Iris y Chanel tienen claro que aún hay mucho campo por explorar y explotar.

Verde e inteligente

Smart City y Smart Rural, esa es la combinación en la que Integreellence está llamada a crecer: «Queremos hacer tecnología en el campo, por ejemplo con la monitorización de los cultivos», dice Chanel.

Ella tuvo la oportunidad de viajar a Silicon Valley el año pasado gracias al programa Explorer del Banco Santander: «Esa experiencia me abrió los ojos al mundo empresarial. Volví con muchísimas ganas de hacer cosas», subraya.

Y en ello están. Aseguran que no tienen «ningún tipo de freno», ni siquiera por su condición de jóvenes y mujeres: «Nunca hemos sufrido discriminación pero es verdad que se notan ciertas cosas. Cuando hablas con algunos altos cargos te hace sentir de algún modo que no estás a la altura», cuenta Chanel.

«O por ejemplo cuando vamos a comprar maquinaria con mi socio, Pepe, siempre se dirigen a él, y yo tengo que decir ‘¡Oye, que la ingenieria soy yo!’», rememora.

Ellas ponen ingeniería, creatividad y tecnología en las calles al servicio del medioambiente. Por un futuro más verde.