Es la voz del PP en la Cámara autonómica y sobre él recaerá gran parte de la estrategia de negociación parlamentaria con el resto de los grupos para dar margen de maniobra al gobierno de José Antonio Monago. Histórico del partido, Luis Alfonso Hernández Carrón se muestra optimista y abierto y aunque reconoce que el lazo con IU existe, deja la mano tendida al PSOE para seguir colaborando igual que lo hicieran en la anterior legislatura.

--¿Cómo enfrenta el PP la legislatura que arranca?

--Con mucha ilusión y muchas ganas de trabajar. Y con la responsabilidad de ser por primera vez el grupo parlamentario que sustenta al Gobierno, porque sabemos que las acciones de este van a depender en gran medida de los acuerdos a los que aquí seamos capaces de llegar.

--¿Han asimilado ya que no están en la oposición?

--Es difícil. No, no es difícil, mejor dicho, es cuestión de tiempo. Después de tantos años, a muchos de los que hemos estado trabajando aquí en el grupo parlamentario nos cuesta cambiar el chip. En ese sentido, yo a mis diputados les digo que antes, lo que teníamos que hacer era chutar a puerta, y ahora, es parar para que no nos metan goles. Cambiar ese rol no es fácil, pero estoy convencido de que en poco tiempo la actividad parlamentaria nos obligará a ponernos ese nuevo chip.

--¿Cree que así se siente también el PSOE?

--Sí, totalmente. Aquí, quien tiene el papel más fácil, o quizá a quienes les va a costar menos adaptarse es a IU, porque su situación no ha cambiado con respecto a la última vez que estuvieron aquí: siguen siendo oposición.

--El presidente de la Junta, José Antonio Monago dijo antes de la investidura que IU era su socio preferente. ¿Esto seguirá siendo así a partir de ahora?

--Yo creo que Monago no ha dicho que IU sea el socio preferente, eso lo dice Valentín (García, portavoz del PSOE en la Asamblea). Y de hecho esa expresión de socio preferente la usa el Partido Socialista. José Antonio siempre ha estado abierto a pactar con los dos grupos de la Cámara. De hecho, ha apelado a los grandes pactos de la anterior legislatura, que él no los hizo en clave electoral, sino por el interés de los extremeños, y está dispuesto a reeditarlos. Lo que sí es cierto es que quien nos ha permitido acceder al gobierno ha sido IU, que se abstuvo en la investidura y por tanto, es lógico que para sacar adelante las cuestiones que queramos impulsar, tengamos que mirar a aquellos que estén dispuestos a que las cosas cambien en Extremadura. Porque si hay algo que une a IU y al PP, es el cambio. A los dos nos votaron para que hubiera cambio. Por eso digo que aunque estamos dispuestos a llegar acuerdos con cualquier grupo parlamentario, evidentemente quien ha permitido que nosotros accedamos al Gobierno es IU, y lo que nos ha unido en esa decisión han sido las ganas de cambio.

--Quien parece que no tiene muy clara la estrategia de los pactos es el PSOE...

--Claro, el PSOE ahora está en contra porque han sido criticados ampliamente por el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Todos sabemos que de los resultados electorales Ibarra ha responsabilizado a los pactos.

--En cualquier caso, lo primero que pidieron, sentarse a la izquierda en el Hemiciclo, lo han conseguido...

--Bueno, eso fue una petición del presidente de la Junta por una cuestión de operatividad, ni más ni menos. Cuando se construyó este hemiciclo, durante el gobierno socialista, no se le puso salida a la derecha, que también es algo llamativo. Aquí no hay ideología a la hora de sentarse en los sitios y lo hemos pedido por una cuestión de operatividad y de seguridad para el presidente. No hay ningún interés más. Lo que me llama la atención es que un partido como el socialista, que se dice progresista, se agarrara a los ancestros para defenderse.

--Así las cosas y tras las últimas declaraciones de IU, ¿qué pasará con el céntimo sanitario?

--IU ha dicho que no apoyará su retirada si no presentamos una alternativa de ingresos, y ahí hay muchas fórmulas que explorar. Hay que explorar por ejemplo, el modelo de financiación autonómica ya que el que hay ahora es tremendamente injusto para Extremadura y desde luego Monago ya ha planteado su revisión. Hay que revisar también cómo está la deuda histórica, que es algo que hay que impulsar para aumentar los ingresos, y habrá que ver otras fórmulas fiscales que ya se han puesto encima de la mesa, como la recuperación del impuesto de patrimonio.

--¿Está hablando el PP de recuperar el impuesto de patrimonio para eliminar el céntimo sanitario?

--No exactamente, no es uno por otro porque no son proporcionales, uno es nacional y otro autonómico. Hablo de distintas fórmulas que aumenten la recaudación y hacer un mix. No es uno por otro porque no es ni directo ni totalmente paralelo. Digo que hay que revisar y ver distintas fórmulas y esta es una de ellas. Puede ser el impuesto del patrimonio u otros, como el impuesto a los ricos del que habla ahora el gobierno, o a los terratenientes.

--Otro frente abierto es la refinería. ¿Qué pasará?

----No sabemos si será posible recuperar el dinero público invertido como pide IU, pero primero habrá que ver cuánto se ha puesto en el caso de que así haya sido. Lo que sabemos es que por primera vez, el presidente de la Junta ha escuchado y recibido a la Plataforma Refinería No en este tema que se inició con aquel famoso anuncio de Ibarra y que ya va para casi una década. Hay una disposición a la escucha. Antes de posicionarse como presidente del PP, Monago dijo que no estaba ni a favor ni en contra del proyecto, pero que si hay disposición y la ley lo permite, no se iba a oponer. Cuando se ha visto el estado de las cuentas públicas, José Antonio ha dicho que no hay dinero, por lo que va a ser muy complicado entrar en el capital y ya ha anunciado que no va a invertir dinero público. Eso marca cuál va siendo el posicionamiento.

--Y sobre las propuestas del PP, ¿qué adelanta?

--Una de las primeras iniciativas va a ser pedirle al gobierno de Zapatero que reactive los convenios de Extremadura con Renfe y Adif, ya que están paralizados. En estos momentos entendemos que la calidad de los trenes es ínfima, más cercana al siglo XIX que al XXI y por desgracia, hemos visto que ha habido una importante bajada de calidad de los servicios en los últimos cuatro años.