El grupo Himexsa-Tecnoagua, que integra a la segunda constructora de la región y a la primera empresa en gestión de aguas, mantiene abiertas negociaciones para la venta de algunas de sus sociedades como única solución a la crítica situación financiera por la que atraviesa. El fantasma de la suspensión de pago va a depender de que los bancos y proveedores den tiempo para que el Consejo de Administración del grupo logre cerrar en los próximos días la venta por separado de sus sociedades. Por lo que su presidente, Emilio Serrano, no se atreve a poner plazos y trabaja contrarreloj para salvar los cerca de 230 puestos de trabajo afectados.

Fallido el intento de vender la totalidad del grupo a Corsán-Corviam, su estrategia ha sido la de ofertar las sociedades una a una consciente de la dificultad de encontrar comprador para un gran grupo que necesita una inyección de nueve millones de euros.

LOS PASOS

Así, el propio Serrano reunió el domingo a los cuarenta trabajadores de ITM, el taller donde se montan los equipos hidromecánicos, para ofrecerles hacerse cargo del mismo con créditos personales por valor de 721.000 euros. Mientras, ultima esta semana la venta de Tecnoagua y Exman, --la empresa de ingeniería y la filial especializada en la explotación y mantenimiento de las depuradoras--, a un promotor anónimo por una cantidad próxima a los 2.103.000 euros. "Si cerramos estas dos operaciones los fondos que recuperemos los metemos en Himexsa, con lo que la estaremos mejorando y sería más atractivo para su venta".

Así se salvarían 40 puestos de trabajo de ITM y 106 de Tecnoagua y Exman mientras aún quedan más de ochenta empleados de la constructora Himexsa. Salvar los empleos se ha convertido en la obsesión de Emilio Serrano. "Los accionistas --admitió-- estamos convencidos de que nuestro capital social lo hemos perdido, pero lo que tratamos es de que el resto de la gente pierda lo menos posible y estamos luchando por defender los puestos de trabajo".

Mientras tanto, anunció que hay abierta una vía para vender también Himexsa e insistió en que el grupo vive una crisis de liquidez, que no de negocio. "Trabajo tenemos --resaltó-- lo que no tenemos es liquidez y si tuviéramos que ir a una quiebra o suspensión de pagos es nefasto para nosotros, pero malo también para todo el sector económico".