El histórico etarra Carlos Torrecilla Parra, ingresado en el centro penitenciario de Badajoz, salió el pasado lunes 20 de febrero en libertad después de acogerse a la redención de penas vigente en el Código Penal. Torrecilla ha adelantado así en 13 años su salida a la calle, prevista el 12 de septiembre del 2019.

De esta forma, el miembro del Comando Araba ha sido el segundo de los etarras encarcelados en las prisiones extremeñas en conseguir la libertad este año, después de que Izaro López Bidaguren, también ingresada en Badajoz, saliera a la calle el pasado 31 de enero.

Son dos ejemplos que ilustran lo que puede ser un año histórico en el sistema penitenciario por ser uno de los que más excarcelaciones de etarras registre. En concreto, 44 reclusos de la banda armada -dos de ellos en Extremadura- recuperarán la libertad en estos doce meses. Es decir, que de los 515 presos etarras que había el 1 de enero en las prisiones españolas (13 en Badajoz y 7 en Cáceres II), un 9% las abandonará en el presente ejericicio.

PASADO SANGRIENTO Torrecilla fue condenado en 1989 por más de veinte delitos, de entre los que destacan por encima de todos dos de ellos. Por una parte, el asesinato del subcomisario de Policía Pedro Ortiz de Urbina, cometido en la puerta de su mismo domicilio de Vitoria el 1 de marzo de 1984. Y además, el del general retirado Luis de Azcárraga de 81 años, el 27 de marzo de 1988, cuando Torrecilla y otros tres miembros del comando Araba obligaron a punta de pistola al conductor de un vehículo a trasladarles a la parroquia de Santa María, donde el general y su esposa asistían a misa. Una vez allí, mientras la pareja salía de la iglesia, dos de ellos salieron del coche y dispararon a Azcárraga seis tiros en la nuca.

Por su parte, Izaro López consiguió la libertad sin acogerse a redención de penas. A López, detenida el 4 de enero del 2000 y considerada un correo con los responsables de ETA en Francia, se le condenó por un delito de colaboración por haber recopilado información para la banda, que pretendía atentar contra un convoy de la Guardia Civil que escoltaba un furgón de explosivos en el interior de Bilbao.

Y es que el Gobierno se ve impotente de frenar el goteo de puestas en libertad de etarras a pesar de haber ordenado a la Fiscalía el pasado mes de junio recurrir todas las excarcelaciones. La orden fue motivada entonces por la alarma social que creó el anuncio de la salida a la calle de José Ignacio de Juana Chaos para agosto de ese año, algo que se evitó tras procesarle de nuevo por pertenencia a la banda.

Sin embargo, aquel triunfo no se ha repetido posteriormente, ya que las revisiones de las redenciones de pena que se han producido han dado resultados exiguos. En algunos casos, como mucho, se ha logrado retrasar la excarcelación en unos meses.