Un hombre de 25 años, de origen magrebí y cuya identidad responde a las iniciales I. G., degolló ayer en Cáceres a una mujer de 36 años llamada Antonia. Tras cortar la yugular a su víctima se entregó voluntariamente a los agentes de la policía local a quienes dijo: "He matado a una mujer, la he matado". Los hechos tuvieron lugar pasadas las 18.30 horas en el piso 4ºB del número 90 de la avenida de Hernán Cortés, donde al parecer el presunto asesino tenía realquilada una habitación a una familia sudamericana que también vivía en alquiler en esa misma casa hacía varios meses.

Tras la tragedia el hombre salió de la vivienda, presumiblemente tomó un coche y al llegar a la avenida de Antonio Hurtado, en la esquina con Santa Luisa de Marillach, se percató de la presencia de policías locales que en esos momentos realizaban un servicio con motivo de la procesión de María Auxiliadora. Llegó hasta los agentes y, con restos de sangre, confesó el crimen. Seguidamente entregó el arma homicida, una navaja de pequeñas dimensiones con la que le habría cortado la carótida a la joven.

El autor --al parecer mide casi dos metros, según testigos-- fue introducido en un coche policial y trasladado a comisaría. Sin embargo, en las dependencias de la Policía Nacional se mostró reacio a declarar, según confirmaron fuentes policiales. El detenido no facilitó la identidad de su víctima, solamente dio el nombre de pila de la chica y dijo que se conocieron hace un año. Al cierre de esta edición no estaba confirmado si mantenían una relación sentimental.

El presunto autor sí relacionó a Antonia con la cercana localidad de Casar de Cáceres. Anoche dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía se trasladaron al pueblo para tratar de localizar a la familia. Se desconoce si residía allí o vivía en la capital.

LA HISTORIA ¿Pero cómo llegó este hombre al 4ºB de Hernán Cortés? En ese piso vivía en alquiler una pareja de Bolivia con sus dos hijos: un niño pequeño y una adolescente. La mujer está en Cáceres desde hace dos años y el marido y los dos hijos llegaron hace seis meses. El hombre es jardinero en una casa de Casar de Cáceres y ella trabaja como cocinera en un mesón cacereño. Por el piso pagan 312 euros mensuales, según declaró a este periódico la mujer.

Muy confusa por lo ocurrido, esta mujer también comentó que ella y su marido decidieron realquilar un dormitorio porque el sueldo no les llegaba para pagar el alquiler. Se enteraron de que un magrebí necesitaba una habitación y así contactaron con el presunto homicida. Siempre según la versión que la mujer ofreció a EL PERIODICO, hacía unos días que le habrían pedido al joven que abandonara el cuarto. "Sólo venía por aquí de vez en cuando pero nos enteramos de que fumaba porros y nos dijeron que era peligroso", explicó.

Ayer tarde, esta mujer y su hijo pequeño se fueron a un cumpleaños y en la casa quedaron su marido y su hija mayor. Siempre según esta versión, sobre las seis de la tarde el detenido --junto a su víctima-- llegó al piso, presumiblemente a entregar las llaves y a recoger sus cosas. "Dicen que venía alegre", señaló la mujer. La hija del matrimonio se marchó a buscar a su madre. Se quedaron el marido, el detenido y Antonia. El cónyuge entró en la ducha. Víctima y presunto asesino pasaron a la habitación. Cuando el ciudadano boliviano salió del baño vio el cuerpo de la muchacha tendido en el suelo, lleno de sangre, y oyó al supuesto autor confesar el crimen.

Hasta el piso se trasladaron entonces los servicios médicos del 112, aunque nada se pudo hacer por salvar a la muchacha, que tenía la cara llena de sangre y cuya identificación era difícil. Los hechos sucedieron dentro del cuarto, amueblado con una cama, un armario mediano, una mesilla de noche y una ventana que da hacia la calle Berrocala.

Antes de las 21.00 horas llegaron a la vivienda el juez titular del juzgado número 2, que ayer estaba de guardia, y el forense. Sobre las 22.30, y tras ordenarse el levantamiento del cadáver, la funeraria trasladó el cuerpo de Antonia hasta el Anatómico Forense para practicarle la autopsia. El detenido podría pasar hoy o mañana a disposición judicial. La tragedia levantó gran expectación en la calle. Vecinos del bloque dijeron: "Pasaba gente muy rara por la casa".