El protestar se va a acabar, al menos en la calle a grito pelado. Ahora existen posibilidades como el correo electrónico más propias del homo sapiens que las utilizadas por el más común de los mortales, dejándose ver y, sobre todo, oír. Sin embargo, la sociedad de la información no parece haber llegado al menos a quienes están en contra del proyecto de construcción de una refinería en Tierra de Barros, porque utilizan la forma "más primitiva" de manifestar sus quejas.

Esta fue una de las razones dadas por la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, para prohibir un acto simbólico de protesta solicitado por el presidente de la Plataforma Ciudadana Refinería No para ayer al mediodía en la Casa de la Cultura de Villafranca de los Barros.

Este colectivo ha realizado más de veinte concentraciones o manifestaciones al respecto, según Pereira, pero "los cambios tecnológicos experimentados en los últimos cincuenta años han centuplicado las posibilidades de expresión pública de los problemas colectivos (...) y, en este sentido, no deja de llamar la atención el hecho de que se escoja reiteradamente la forma más primitiva de hacerlo", afirma para denegarla en este caso.

Además, recuerda que las peticiones deben hacerse al menos con diez días de antelación al de la protesta, y no con tres días, como ha sido el caso.

Hasta el presidente de la Junta utiliza esta forma primitiva , protagonizando un acto público en Villafranca a favor del proyecto, "en vez de elegir una videoconferencia", ironizan desde el PP.