Durante el año 2004, 108.877 personas fueron ingresadas en alguno de los nueve hospitales de la red pública extremeña y recibieron una atención sanitaria con un coste medio de 3.300 euros por paciente. Es decir, que las administraciones se gastaron durante ese año más de 359.294 millones de euros solo en hospitalizaciones.

Las cifras, pertenecientes a los últimos informes de la actividad hospitalaria publicados por el Ministerio de Sanidad, no recogen ni los ingresos en centros psiquiátricos ni en los de larga estancia. Sin embargo, si se relaciona con el coste de las intervenciones, arroja detalles importantes, como que el precio de las hospitalizaciones realizadas en Extremadura durante ese año supone una cuarta parte del presupuesto de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Junta para este 2006, unos 1.337 millones de euros.

Por afecciones, los mayores gastos los provocan los partos con complicaciones, los trasplantes de órganos vitales y las traqueostomías. En este sentido, el mayor coste surge de la atención a un recién nacido con un peso de entre 1.500 y 2.000 gramos, con patologías quirúrgicas significativas y con otros problemas mayores, una situación que cuesta a la Sanidad pública unos 59.600 euros de media. Por su parte, los trasplantes de pulmón generan un coste de 58.800 euros; las quemaduras de tercer grado con injerto de piel, 55.000; los trasplantes de corazón, 49.000 euros; y los de médula ósea, unos 43.800 euros.

MENOS COSTOSOS En el extremo opuesto, la atención más barata para las arcas públicas es el tratamiento de los recién nacidos sin ningún tipo de complicación --entorno a los 100 euros--, seguido de la esterilización de los varones (150 euros) o las fracturas, esguinces, desgarros y luxaciones en las extremidades que sufren los menores de 18 años (unos 720 euros).

El gran quebradero de cabeza de los extremeños y del servicio regional de salud (SES) en el aspecto meramente sanitario son las enfermedades del sistema circulatorio. Durante el 2004, los hospitales de la comunidad autónoma dieron el alta a 15.473 enfermos por afecciones como infartos de miocardio, isquemias de corazón, insuficiencias cardiacas, dificultades cerebrovasculares y enfermedades de las venas como trombosis o embolias.

Por detrás de ellas, las complicaciones del embarazo, el parto y la atención a los recién nacidos, junto con las patologías detectadas en el aparato digestivo, son los problemas más habituales a la hora de realizar una hospitalización, con más 14.000 casos cada uno durante aquel año.