La cifra de sanciones impuestas por la Guardia Civil durante el mes de mayo se redujo entre un 50% y un 80% a causa de una huelga encubierta que están secundando la mayor parte de los agentes de este cuerpo. Lo asegura la Federación de Agentes de Tráfico de la Unión de Guardias Civiles. Esta asociación profesional considera que la incidencia en Extremadura está siendo muy similar a la del resto de España (en torno a un 80% de los agentes de Tráfico y del Servicio Rural estarían tomando parte en ella). El director general de Tráfico, Pere Navarro, admitió ayer que "parece que han bajado las denuncias en el último mes", aunque a continuación añadió que en este hecho también ha podido incidir la entrada en vigor de la nueva ley de tráfico.

Esta huelga de bolis caídos (ya más bien de PDA apagadas) tendría origen, por un lado, en un documento enviado el pasado 27 de abril a todas las unidades de la Agrupación de Tráfico en el que se aconsejaban diferentes recomendaciones para recortar los gastos como el recorte en el número de kilómetros que recorren los agentes en todoterreno o en motocicleta o la reducción de material y efectivos. Por otro lado, estaría lo que se considera que es una discriminación salarial con respecto a los agentes de las policías autonómicas. Una reivindicación que viene de lejos y que se habría acentuado con el reciente tijeretazo del Gobierno a los sueldos de los funcionarios.

DUSUASION Fuentes de la Unión de Guardias Civiles subrayaban ayer que la restricción de los gastos hace que se les obligue "a estar parados en un sitio donde se nos pueda ver, en plan disuasorio, pero así no puedes ver las infracciones". De la misma forma, señalaban que las pruebas de alcoholemia se han visto reducidas drásticamente con el fin de ahorrar en boquillas (que cuestan unos 15 céntimos por unidad): "Si antes una patrulla hacía cien en una noche, ahora se quedan en 25 o 50". Eso sí, en este colectivo matizan que, al tratarse de recomendaciones, cada responsable está aplicando las medidas con mayor o menor rigurosidad en su zona.

A la falta de medios se añadiría también la actitud benévola de los agentes a la hora de sancionar. Así, se estarían subiendo las velocidades a las que el radar salta , para que sean menos los conductores multados, o en otras situaciones se optaría por "educar " a los infractores en lugar de castigarles.

Los mandos, también afectados por el recorte salarial, estarían colaborando en estas prácticas. "Ya ha habido instrucciones de jefes de unidad o de comandancia para que oficiales y suboficiales empiecen a librar los fines de semana" (los periodos de mayor actividad), destacan en la Unión de Guardias Civiles.

En cualquier caso, en esta asociación resaltan que ellos no convocan ninguna huelga (algo que sería ilegal), pero vaticinan que su duración será "larga", y entienden la motivación de los agentes: "La gente está ya muy cansada. Somos la cenicienta de la Administración", concluyen.