Una de las constantes del mundo en el que vivimos es que las decisiones que nos afectan se toman a cientos (si no miles) de kilómetros de nosotros. Dicho de otra forma, en función de cómo se levante alguien en Bruselas así será el día de algún agricultor en Almendralejo, o dependiendo del humor de un jeque árabe subirá más o menos el precio de la gasolina en Cañaveral. Por eso estamos condenados a estar pendientes no ya de terceros, sino de quintos, sextos o séptimos. Es lo que ha ocurrido esta semana, aunque a diferencia de otras muchas, en ésta han brotado algunos signos de esperanza.

En el Vaticano, la chimenea de la Capilla Sixtina quemaba todas las quinielas y el humo blanco nos traía un nuevo Papa, el de la esperanza para millones de católicos. No ya porque sea el primero en casi todo, el primer jesuita, el primer latinoamericano, el primer Francisco ... sino porque en apenas unos días se ha metido en el bolsillo incluso a los más escépticos, a aquellos que un día se alejaron de la Iglesia y que buscan motivos para acercarse a ella. Más allá de su sonrisa Juan Pablo I o su sotana blanca libre de adornos, Francisco ha empezado fuerte. La "condena" a un cardenal, encubridor de abusos, a dejar de mostrarse en público en Roma o la petición a sus compatriotas de que no malgasten su dinero para ir a verle y lo destinen a los pobres pueden ser el anticipo de los grandes cambios que muchos fieles y no tan fieles esperan del Vaticano,

Y mientras millones de católicos y no católicos estaban pendientes de la chimenea de la Capilla Sixtina, cientos de familias extremeñas miraban al otro cónclave, al que negociaba en Madrid el futuro de sus empleos en Caja3, y por ende, de Caja Badajoz. Y como en todo acuerdo de un ERE, la fumata no era ni blanca ni negra... El pacto llegaba el sábado de madrugada, cumplido ya el plazo legal, y con una sensible rebaja en el número de despidos y mejora de las condiciones. No serán 592 sino 455: humo blanco para los 137 que ya no se irán, y negro para los que tendrán que irse.

Qué duda cabe que en el acuerdo final ha pesado, y mucho, la mayor huelga nunca vista en la entidad y en el sector, con 2 días de cierre total de las oficinas de las 3 entidades y seguimiento de casi el 100% de los trabajadores. Un éxito que armó a los sindicatos ante la negociación final y que alertó a Caja3 y al Banco de España de lo que podría venir si no se alcanzaba el acuerdo, por costoso que fuera.

XEL HUMOx gris de la pasada madrugada ponía el punto y final a una semana en la que Caja Badajoz ha centrado buena parte del debate político regional. El presidente Monago amenazó el martes con sacar a Caja Badajoz de Caja3 si no se tiene en cuenta que gracias a la caja pacense se han mantenido a flote sus compañeras, la CAI y Caja Círculo. Y ese "que se tenga en cuenta" se traduce en que la participación de Caja Badajoz sea muy superior al 29% pactado en su momento (porcentaje importante porque sirve para calcular el reparto de la obra social) y que el ERE afecte más a las otras dos cajas, que son las que han lastrado las cuentas del grupo.

Monago no desaprovechó la ocasión de meter el dedo en el ojo a Fernández Vara por no sumarse a una nueva declaración institucional de apoyo a los trabajadores (la anterior se aprobó hace 3 meses en la Asamblea), mientras el líder socialista le acusaba, una vez más, de entrar como elefante en cacharrería en este debate, que siguió un día después en la Asamblea. Allí, en una de las comisiones más broncas que se recuerdan, el consejero de Economía tachaba de "desleal" al presidente de la caja, Francisco García Peña , por no informarle de las negociaciones. Lo curioso es que para criticar a García Peña, el consejero procediera a "rehabilitar" al presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, hasta hace poco blanco de las críticas de la Junta, y del que Antonio Fernández destaca ahora su colaboración...

Esa comisión, más allá del cruce de acusaciones, reproches y puyazos entre unos y otros, dejó otra noticia. El consejero insinuó, como ya hiciera la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que a la caja extremeña la engañaron en 2010 cuando se firmó el SIP, que la CAI y Caja Círculo no dijeron toda la verdad sobre sus cuentas y que ahí, y no en el deterioro de la economía, está el origen del problema.

De confirmarse este extremo estaríamos ante un enorme escándalo, aunque lo peor es que no nos sorprendería en este sector. En los últimos años hemos visto primeras, segundas y terceras oleadas de fusiones, venta de preferentes como si fueran plazos fijos, jubilaciones millonarias a exdirectivos que firmaban todo lo que les ponían por delante sin leerlo, la salida a Bolsa de Bankia, o la venta de Caja del Mediterráneo por la increíble suma de 1 euro... Y por si faltara poco, el pago sistemático de dietas dobles y triples en un solo día. Sí, ha ocurrido en Caja Navarra, que pagó 150.000 euros "de más", entre otros a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina , que devolverá ella sola 69.000 euros. Casi nada.

Y por no hablar del "coscorrón" que nos ha dado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que considera abusiva e ilegal la ley española sobre desahucios. Así que los jueces podrán frenarlos en los juzgados y el gobierno adaptará la ley al fallo. Una esperada fumata blanca que sólo será buena para algunos. Para otros será ya demasiado tarde.