Ocurrió a finales de abril del 32. Luis Buñuel deshizo la maleta en la recóndita y despoblada Extremadura y filmó veinte minutos de lo que supuso un agravio para los vecinos de Las Hurdes durante décadas. ‘Tierra sin pan’, un relato crudo -ficcionado en algún punto- y sin máscaras, plantó una semilla de rechazo hacia la figura del cineasta que se esparció de generación en generación. El adalid del nuevo cine, reconocido en medio planeta, estaba más que vetado en el norte cacereño, ofendido por lo que entendían un retrato de miseria y desdén. Incluso hace pocos años, unas jornadas en Las Mestas sobre la figura del director lograron más de un grito en el cielo. Y así han pasado ochenta. Entre el rencor y el olvido. Pero parece que la brecha empieza a romperse tras varios intentos de aprovechar el legado cinematográfico del turolense como atractivo de la comarca hurdana.

Ya el año pasado, Pinofranqueado coqueteó con el metraje y convocó la primera edición de Las Hurdes Film Festival. Este año el centro de documentación de Las Hurdes anuncia ya la segunda. El propósito, según pone de manifiesto la organización, «es elaborar una reflexión renovada y ayudar a construir un imaginario cultural de Las Hurdes en el siglo XXI aparte de ofrecer un espacio a realizadores y aficionados al cine, apostar por la innovación, la conversación del público con los autores». La cita se desarrollará entre los meses de octubre de 2017 y enero de 2018 en las distintas localidades. Los aspirantes, sin límite de género y formato podrán presentar trabajos en cuatro categorías -documental, ficción, animación, experimental-.

Los interesados, de cualquier nacionalidad, pueden inscribirse de forma gratuita en la convocatoria que estará abierta hasta el 30 de septiembre a través de esta página: http://lashurdesfilmfestival.4rt.eu/. La organización anuncia que a falta de casi un mes para que expire el plazo de presentación de proyectos ya ha recibido «el doble de trabajos que el año pasado».

La temática es «libre», es decir, que cada creador puede abordar su trabajo en la orientación que considere oportuna, pero el objetivo, según manifiestan desde la organización, es mantener dos líneas: el espíritu del documental ‘Tierra sin pan’ de Luis Buñuel -trabajos que ahonden en problemáticas sociales y humanas- y el «foco» sobre el «entorno y la riqueza natural de la región» -trabajos que ofrezcan señas de preservación del medio ambiente, la defensa del ecosistema y los problemas de regiones aisladas-.

Oscar Vincentelli -’ O tremor’-, Javier Marco -’ Casitas’, Sergi Marti -’ Portero Automático’ y Max Demian -’ Retornados’- se alzaron con los galardones del año pasado.